La Fiscalía desestima emprender acciones contra los menores del chat del colegio de Astillero
Desde el ministerio público se alega que son "creaciones" y no resulta acreditado que reflejen situaciones reales
Santander
La Fiscalía de Menores ha desestimado emprender acciones contra los dos alumnos del colegio San José de Astillero investigados por compartir en un chat imágenes sexuales y violentas, por falta de tipificidadad penal al no estar acreditado que sean reales y por tratarse de una primera infracción que no implicaba violencia o intimidación a personas.
En el escrito de la Fiscalía, al que ha tenido acceso EFE, se valora también la "actividad sancionadora y educativa" del colegio y de sus padres y que los menores hayan mostrado arrepentimiento por esos hechos, además de reconocerlos.
El desestimación, explica el escrito, se fundamenta, por una parte, en la falta de tipicidad penal de los hechos investigados, porque las imágenes compartidas por los menores son ' o elementos gráficos de Whatsapp que sirven para expresar emociones, ideas o mensajes de manera visual.
"Son similares a los emojis, pero ofrecen un nivel de personalización inédito, ya que cualquiera puede diseñar y compartir uno en cuestión de segundos, es decir, son imágenes tanto estáticas como en movimiento creadas por los usuarios de una red social que permita su elaboración, como en este caso", argumenta la Fiscalía.
Por tanto, pese a señalar que los que compartían los menores aquí investigados eran de "extrema violencia y sumamente desagradables", desde el ministerio público se alega que son "creaciones" y no resulta acreditado que reflejen situaciones reales, un argumento que amplía a las imágenes sexuales, sin obviar su "desagradable contenido".
"No se puede determinar el origen de las imágenes ni cómo han sido obtenidas por los menores que las han compartido en los chats. Tampoco queda acreditada la intervención de mayores de edad en los grupos ni que adultos participaran con fines sexuales en los mismos, hecho éste que se apuntó en una de las denuncias y sobre el que no se aportó una mínima prueba por los denunciantes pese a su aparente gravedad", resume la Fiscalía.
Y añade que, a pesar de no resultar acreditada la existencia de hechos que permitan la intervención del derecho penal, se realizó una completa instrucción en la que se comprobó, por una parte, que el centro escolar desde un principio adoptó "de forma diligente medidas deductivas necesarias para proteger a los alumnos y garantizar la convivencia adecuada en las aulas".
Destaca, así, que dio cuenta de lo ocurrido a la Consejería de Educación y se instruyeron tres expedientes disciplinarios finalizados con sanciones, para los tres alumnos que mayor intervención tuvieron en los hechos (los denunciados y un tercero).
Por su parte, la Fiscalía recuerda que recibió declaración de denunciantes y denunciados, así como al tutor del curso afectado, al jefe de estudios y del director del colegio.
Y agrega que en las declaraciones a los menores investigados, además de "reprobarles" su comportamiento, se acreditó que por parte de las familias se había dado una "rápida intervención correctiva y educadora", asumiendo los implicados su responsabilidad en la difusión de algunas de las imágenes y mostrándose "arrepentidos" por su comportamiento.
Todo ello, detalla finalmente el escrito del ministerio fiscal, se plasmó en dos cartas manuscritas que los menores dirigieron a los denunciantes.