La Policía Local de Santander aparta de su unidad al agente detenido

Santander

La Policía Local de Santander, como medida cautelar y respetando la presunción de inocencia, ha procedido a la reasignación de destino del agente detenido en una operación contra el tráfico de drogas. Se trata, según informa el Ayuntamiento de una decisión que se adopta hasta que se depuren las responsabilidades que eventualmente correspondan. Fuentes del consistorio de la capital confirman a la Cadena SER en Cantabria que a día de hoy el Ayuntamiento de Santander no ha recibido ninguna notificación oficial que informe sobre las diligencias que se están siguiendo en este caso. En este sentido, las mismas fuentes añaden que en el momento en que se conozcan datos oficiales se valorará la posibilidad de iniciar el procedimiento disciplinario correspondiente.

Los hechos se han conocido este martes cuando la Policía Nacional informaba de la desarticulación de un grupo criminal dedicado al tráfico, venta y distribución de cocaína, que operaba en Santander y otros municipios de Cantabria, una operación en la que se ha detenido a siete personas, una de ellas, un policía local que facilitaba información al cabecilla.

Detalles de la operación

Los agentes del Grupo de Estupefacientes, de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de Cantabria, encargados de la investigación de este tipo de delitos, tenían conocimiento desde el mes de septiembre del pasado año 2023, de la existencia de un varón que podría estar dedicándose a la venta y distribución de cocaína, tanto en la ciudad de Santander como en otros municipios de la Comunidad Autónoma de Cantabria, contando con una amplia cartera de clientes, a su vez distribuidores a menor escala, e incluso clientes/consumidores.

Extorsión a una mujer

Por tal motivo, se estableció un dispositivo policial de vigilancia y seguimiento, con el objetivo de recabar toda la información necesaria para la investigación y persecución del posible hecho delictivo. A medida que la investigación avanzaba, ésta toma un revés importante siendo la causa, la relación personal que el principal sospechoso mantenía con su expareja.

Así las cosas, los agentes adscritos a este Grupo de investigación, a través de las medidas de investigación a su disposición, complementadas con los Dispositivos de Vigilancia y Seguimiento, consiguen detectar como el principal sospechoso intenta contratar los servicios de un tercero, con el fin de “extorsionar” a su expareja, concretamente siendo su pretensión darla un “susto” para conseguir que ésta accediese a sus peticiones, lo que motivó que los agentes adscritos a este Grupo, de forma inmediata, centraran su actividad sobre esta mujer con el fin de garantizar su seguridad en prevención de que pudiera sufrir algún tipo de agresión o asalto por parte de este individuo o personas dirigidas por él.

Inmersos los agentes en la investigación, y de forma paralela a todo lo anteriormente descrito, aparece la figura de un policía local que “asesora e informa” al sospechoso principal, extralimitándose con las informaciones y datos que facilitaba supuestamente al principal sospechoso.

Si bien inicialmente los investigadores centraron los esfuerzos sobre el principal investigado en relación a los hechos que motivaban la investigación y que no era otro que el “tráfico de drogas”, los agentes se encuentran con un individuo en el que confluían un gran número de personas a las que proporcionaba sustancia estupefaciente para su venta y distribución, a la vez que confluía con otros individuos que se dedicaban a otras actividades delictivas.

Así, cobraban significación dos individuos, un hombre y una mujer, colaboradores y lugartenientes del principal investigado, así como también otras dos personas más, otro varón y otra mujer, distribuidores en plano inferior de la sustancia estupefaciente (cocaína) que a su vez distribuían. Tras meses de investigación, los agentes deciden resolver de manera efectiva la conclusión y explotación operativa de la actividad ilícita investigada.

Detenciones

Ante el resultado de la investigación, el día 3 de abril, y con la autorización judicial pertinente, los agentes del Grupo de Estupefacientes, con la pretensión de la máxima seguridad en la ejecución para los actuantes, celeridad y eficiencia, son auxiliados por el Grupo Operativo Especial de Seguridad (G.O.E.S) con base en Bilbao; colaborando también en el operativo, el Grupo de Atención al Ciudadano (G.A.C), la Unidad de Prevención y Reacción (U.P.R), y la Unidad de Guías Caninos, pertenecientes estos tres últimos a la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de esta Jefatura Superior.

Los agentes procedieron a la detención de los siete implicados, practicando las detenciones en Santander y en otros municipios de esta Comunidad Autónoma, y realizan cuatro registros en diferentes inmuebles: dos domicilios en Santander, uno en Maliaño (Camargo) y el cuarto en la localidad de Prellezo – Val de San Vicente (Cantabria).

El resultado de la explotación operativa pudo corroborar cuanto se había estimado durante la fase de investigación, incautando en todas las Diligencias de Entrada y Registro sustancias estupefacientes, efectivo, instrumentos, y armas.

De los detenidos, de los cuales, tres de ellos contaban con antecedentes, fueron puestos a disposición judicial, decretando la autoridad judicial el ingreso en prisión del principal sospechoso.

Relevancia de la operación

Con esta operación policial se paraliza el flujo en la venta y distribución de cocaína en Santander y municipios de la Comunidad Autónoma de Cantabria, lo que conlleva a la erradicación de varios puntos negros de venta de sustancia estupefaciente tanto en Santander como en municipios limítrofes, los cuales estaban creando una gran alarma social.

Igualmente cobra importancia también, la incautación de las armas blancas halladas en la fase de Entradas y Registros, siendo retiradas de la circulación con el consiguiente peligro potencial que ello suponía.