UGT denuncia el despido de ocho trabajadores de Cáritas Cantabria por la "mala gestión" de la directiva
Los representantes sindicales trasladarán al obispo su preocupación sobre la forma en que trabaja la directiva y que ha suprimido programas sociales avalados con una subvención que "sí estaban funcionando"
Santander
UGT ha denunciado este jueves el despido de ocho empleados de Cáritas de Cantabria argumentando causas económicas pese a que, según el sindicato, los tres proyectos en los que trabajaban tenían financiación pública del Instituto Cántabro de Servicios Sociales (Icass), y vincula esta situación con "los problemas económicos" derivados de "la mala gestión" de la nueva directiva.
José Giráldez, de UGT, ha explicado en rueda de prensa que los ocho técnicos despedidos ya están en procesos judiciales y ha adelantado que seguirán reclamando una reunión al obispo de Santander y presidente de Cáritas, Arturo Ros, para manifestar su preocupación por la manera "beligerante e inapropiada" en la que se han producido los despidos.
Los representantes sindicales, ha añadido, también trasladarán al obispo su preocupación sobre la forma en que trabaja la directiva de la entidad que llegó en 2022 y que, según ha dicho, ha suprimido programas sociales avalados con una subvención que "sí estaban funcionando".
La delegada del sindicato en Cáritas, Natalia Fronceda, ha asegurado que el despido se produjo sin previo aviso, sin diálogo con las personas afectadas, algunas de ellas con una antigüedad de más de 18 años.
Fronceda ha hecho un llamamiento al diálogo entre el obispo y los representantes de los despedidos a fin de que escuchen sus demandas, buscar soluciones y "revertir la actual situación".
En presencia de los despedidos, Fronceda ha destacado que los empleados de Cáritas son conocedores del que ha calificado como "grave problema estructural" de la entidad desde 2022, fecha en la que llegó el nuevo equipo directivo, ha incidido.
Y ha añadido que, pese a que hasta 2021 la entidad se mantenía con "criterios de austeridad", con la llegada de los nuevos directivos la plantilla se amplió de 35 personas hasta 44, "incrementando de forma considerable el gasto de personal entre 2022 y 2023".
A juicio de Fronceda, la directiva de Cáritas ha incurrido en gastos "superfluos e innecesarios" para una entidad que "tiene como valor la austeridad", como la contratación de un vigilante de seguridad en su sede central, la instalación de cámaras de vigilancia con sensores de movimiento y la contratación de "innumerables" consultores y asesores externos.
Entre los proyectos suprimidos, con los consiguientes despidos, ha mencionado 'Luzes', que atendía a 37 niños con apoyo escolar, ocio y tiempo libre; 'Medidas judiciales en medio abierto con menores infractores', que ofrecía apoyo y seguimiento educativo a las medidas impuestas por el juzgado; y el 'Programa de empleo', que ayudaba a más de 120 personas con itinerarios de inserción laboral.
Además, ha agregado, se despidió a la cocinera del programa 'Sin hogar', que se sigue ofreciendo.
Girález y Fronceda han asegurado que la denuncia de los despidos "no es en contra del obispo ni de Cáritas, sino en contra del equipo directivo".
Descenso de las cuotas y donaciones
Cáritas Diocesana de Santander ha señalado este jueves que la restructuración que está acometiendo en su plantilla para adecuarse a "un marco de sostenibilidad económica" se debe al descenso de cuotas y donaciones que ha sufrido la organización. "Es la única solución para mantener la actividad", ha asegurado
"La crisis que combatimos a diario en las personas que acompañamos se ha cebado esta vez con la propia Cáritas", sostienen en un comunicado desde la organización, aludiendo a una "realidad tozuda y dolorosísima", después de que UGT haya denunciado hoy el despido de ocho empleados por "problemas económicos" derivados, según el sindicato, de "la mala gestión" de la directiva que llegó a la entidad en 2022.
Hasta llegar a este punto, afirman desde Cáritas, se han tomado "diversas medidas previas destinadas a aprovechar mejor los recursos y dotar de eficiencia a los procesos y programas". "Sin embargo, todas han resultado insuficientes frente al volumen de gasto en personal contratado", lamentan.
"Cáritas Diocesana de Santander ha hecho su propia reflexión y está a punto de culminar su camino en el desierto. Nos aferramos a la esperanza cristiana y la evidencia de que seguimos contando con grandes fortalezas, como la presencia constante en todo el territorio y la capacidad que tenemos de relanzar nuestro voluntariado, base de la actividad caritativa de la Iglesia", incide la entidad.
Y subraya que "en ningún caso las personas acompañadas en los servicios suprimidos van a dejar de recibir asistencia; en algunos casos porque seguirán contando con el desempeño de trabajadores y voluntarios de Cáritas, y en otros casos porque están siendo derivados a Servicios Sociales del Gobierno de Cantabria y el Ayuntamiento de Santander, donde la colaboración y el entendimiento de la situación está siendo máximo y totalmente solidario".
Cáritas Diocesana recalca que "no ha dejado de poner el foco en los más vulnerables". "Es por ellos que nos reinventamos y miramos hacia adelante con la seguridad que nos da la fe. En cierto modo volvemos a nuestro origen para comenzar un nuevo periodo con una nueva forma de acercarnos a los voluntarios y a los donantes que nos dan el vigor para seguir trabajando por la paz, la dignidad y la justicia", ha apostillado.