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Sociedad

Los bares de Cañadío en Santander acuerdan no atender a clientes que vayan de despedida de soltero

Los establecimientos de la plaza santanderina colocan carteles advirtiendo que no se atenderá a los participantes en estas fiestas

Cañadio rechaza las despedidas de solter@s

Santander

Los carteles empezaron a instalarse este sábado. "No se atenderán despedidas de solter@s" es lo que puede leerse en letras azules sobre fondo blanco a las puertas de los 5 establecimientos que ocupan la Plaza de Cañadío de Santander: El ventilador, Canela, Cañalío, Cachalote y Tía María. Algo que hace ya un tiempo se hace en Logroño y León.

Nobel, Tito y Juan, propietarios de Tía María, Canela y Cachalote.

Nobel, Tito y Juan, propietarios de Tía María, Canela y Cachalote.

Sus propietarios han tomado esta decisión de forma conjunta para evitar que uno de los lugares más emblemáticos del ocio nocturno en Santander acabe siendo punto neurálgico de la celebración de este tipo de fiestas que "acaban descontroladas".

En Hoy por Hoy Cantabria hemos charlado con Nobel, Tito y Juan, propietarios de Tía María, Canela y Cachalote, que tienen claro que la "imagen negativa" que tienen este tipo de clientes no les beneficia como hosteleros y acaban expulsando al consumidor tranquilo que busca una terraza en la que pasar un rato sin estridencias.

"Ha habido sábados en los que he tenido las mesas vacías y nadie quería cenar en mi establecimiento por las molestias que causan este tipo de celebraciones" explica Juan, del Cachalote.

"Todos sabemos lo que es una despedida, molestan al resto de clientes y a los vecinos, nuestros camareros no pueden trabajar de forma adecuada y además son clientes de un día que dan una imagen negativa de nuestros establecimientos", coinciden los hosteleros que añaden que en los últimos 2 años se ha ido notando mucho el incremento. Por ello, llegó un momento en el que decidieron tomar cartas en el asunto.

"Son ruidosos, molestan con sus megáfonos. no es lo que queremos ni para nuestros locales ni para la plaza" han añadido.

El caso de Logroño

Desde hace unos años Logroño trata de poner cota a las numerosas despedidas de solter@ que tienen como destino la capital riojana. Por ello, a primeros de julio, el pleno del Ayuntamiento de Logroño aprobaba de forma inicial el cambio en la ordenanza de ruido, por el que se prohíbe beber en varias calles del Casco Antiguo a partir de las doce de la noche, con la excepción de los locales que tengan licencia de terraza o que dispongan de otra para cerrar más tarde sus establecimientos.

Todos los grupos políticos han apoyado esta medida, aunque desde la oposición han reprochado al mayoritario, el PP, que hace un mes rechazara con sus votos una moción que solicitaba esta medida.

El concejal de Medio Ambiente, Jesús López, ha considerado que hasta hace poco tiempo el ocio convivía con los habitantes del Casco Antiguo “en equilibrio”, pero “los cambios que se han producido en los últimos años han dejado desactualizada una ordenanza que se aprobó en 2010”.

“Con esta medida queremos poner al día una norma que trata de acompasar el disfrute de los visitantes con la habitabilidad de la zona”, ha afirmado.

Ha admitido que se han acumulado “un gran número de quejas” por el consumo de bebidas en las calles en las que se aplicará esta nueva norma: Laurel, Travesía del Laurel, Albornoz, San Agustín y San Juan.

En esas zonas “hay que buscar un equilibrio entre la hostelería y el derecho al descanso” de los vecinos, aunque “la mayor parte de los establecimientos hosteleros cierran antes de las doce de la noche”, ha asegurado.

“Pero ya hace años que se tenía que haber hecho algo”, ha recalcado el concejal, que ha incidido en que la prohibición de consumo de bebidas en la calle se extenderá hasta las ocho de la mañana y ha explicado que este es, en realidad, “el primer paso hacia una nueva ordenanza” de ruidos.

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