Sociedad

A prisión dos miembros de un grupo criminal itinerante que estafaba a mayores en cajeros, también en Cantabria

La Policía Nacional ha detenido en Zaragoza a dos personas acusadas de 56 delitos de estafa, y el juzgado ha decretado su ingreso en prisión

Imagen de un agente de la Policía Nacional frente a un coche logotipado del cuerpo. / Policía

Santander

La Policía Nacional ha detenido en Zaragoza a dos personas, de 69 y 40 años, con numerosos antecedentes, miembros de un grupo criminal itinerante especializado en estafar en cajeros a personas de avanzada edad, en varias provincias de todo el país, incluida Cantabria. En concreto, les acusan de 56 delitos de estafa y el juzgado ha decretado su ingreso en prisión.

La investigación se remonta al pasado mes de septiembre el Grupo de Delincuencia Itinerante al tener conocimiento de la comisión de dos hurtos en días consecutivos en entidades bancarias de la capital aragonesa, con varios miles de euros sustraídos mediante el método conocido como 'scalping', ha informado la Policía.

Tras analizar exhaustivamente datos de más de cien actuaciones idénticas, los agentes identificaron a dos de los integrantes de este importante grupo criminal altamente especializado en esta modalidad delictiva.

'Modus operandi'

El 'modus operandi' utilizado por los delincuentes consistía en, una vez elegida la entidad bancaria, seleccionar una víctima idónea, casi siempre de avanzada edad, lo que les permite ejecutar el delito con mayor facilidad.

Así, uno de los delincuentes manipulaba previamente el cajero, modificando su funcionamiento habitual y esperaban a que la víctima se colocase en dicho cajero. Entonces, de manera coordinada, otro de los integrantes del grupo se acercaba a ella y le empezaba a distraer diciéndole que el cajero estaba dando fallo y, con la excusa de ayudarle, cogía su tarjeta y, con una gran habilidad y en apenas unos segundos, la cambiaba por otra exactamente igual que la de la víctima y se guardaba la suya.

Creyendo que la tarjeta sigue siendo la suya, la víctima introducía su código PIN, que evidentemente daba error, aprovechando ese momento de confusión otro de los delincuentes para ver ese código, con el que ya tenían acceso a la cuenta bancaría, de la que realizaban de inmediato un extracto por la máxima cantidad autorizada y se marchaban del lugar a bordo de un vehículo.

Operaban por todo el territorio nacional

Los presuntos autores de la estafa operaban por diferentes provincias de todo el territorio nacional: Álava, Lérida, Cantabria, Madrid, Granada, Alicante, Segovia, Murcia, Toledo, Navarra, Vizcaya, Burgos, La Rioja, Sevilla, La Coruña, Barcelona, Gerona y Tarragona.

Casualmente, el pasado 11 de diciembre, un agente del citado Grupo de Delincuencia Itinerante que se encontraba fuera de servicio acompañado de su familia, al pasar por una entidad bancaria zaragozana pudo observar a un varón con actitud sospechosa, que se estaba colocando un pinganillo en la oreja y que interactuaba con otro individuo en la zona del cajero automático.

Fueron reconocidos de inmediato como los dos investigados que estaban buscando, avisando a sus compañeros para que acudieran al lugar, que llegaron rápidamente y detuvieron a las dos personas cuando se disponían a cometer un nuevo hecho delictivo.

Hasta el momento, se les han imputado 56 hechos, con los que habrían obtenido cerca de 65.000 euros, permaneciendo abierta la investigación ante la posibilidad de que se les pueda relacionar con más hechos similares.

Los arrestados, que contaban con numerosos antecedentes policiales por hechos de similares características, utilizaban identidades falsas para dificultar la labor a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, pasaron a disposición del juzgado de guardia, que ha decretado su ingreso en prisión tras oírlos en declaración.

La Policía Nacional ha aconsejado desconfiar de personas desconocidas que, con la excusa de ayudarnos, se acerquen mientras realizamos cualquier tipo de operación en un cajero automático, además de estar pendientes de los mayores, ya que son "las víctimas ideales" para este tipo de delincuentes por su "gran vulnerabilidad".