Preocupación en la plantilla de Bridgestone Puente San Miguel tras la aprobación de un nuevo ERTE
El acuerdo, vigente hasta marzo de 2025, afecta a 420 trabajadores y prolonga la incertidumbre sobre el futuro de la factoría cántabra
Ruiz Eguren Nuevo ERTE Bridgestone
SER Torrelavega
Los trabajadores de la fábrica de Bridgestone en Puente San Miguel, Reocín, viven momentos de incertidumbre tras la aprobación de un nuevo Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que se extenderá hasta el 31 de marzo de 2025. El acuerdo fue alcanzado entre la dirección de la multinacional y los sindicatos UGT y BUB, aunque contó con el rechazo de CCOO y SITB.
El presidente del comité de empresa de la planta de Puente San Miguel, Luis Ruiz Eguren, ha explicado en una entrevista concedida a la Cadena SER que este nuevo ERTE, similar al anterior en causas y contenido, afecta a las cuatro fábricas de Bridgestone en España: Puente San Miguel, Basauri, Usansolo y Burgos.
Causas del nuevo ERTE
Según Ruiz Eguren, la medida responde a una caída significativa en las ventas de neumáticos, especialmente en las gamas de camión y tractor, lo que ha generado altos niveles de inventario. Factores como la competencia de marcas asiáticas y los cambios en la industria del automóvil han agravado la situación.
“El mercado no está comprando nuestros neumáticos por diferentes motivos. Esto, sumado a unas previsiones que no se han cumplido, nos lleva a esta situación”, comentó Ruiz Eguren.
La dirección de la empresa solo ha ofrecido visibilidad hasta el primer trimestre de 2025, sin comprometerse a soluciones a largo plazo. Según el representante sindical, esto genera una gran preocupación entre los trabajadores.
Impacto en la planta de Puente San Miguel
El ERTE afectará de manera escalonada a los 420 empleados de la planta de Puente San Miguel, con 48 días de parada total distribuidos entre enero, febrero y marzo. Las principales fases de producción, desde la mezcla de compuestos hasta la vulcanización, se detendrán en diferentes turnos y fechas, lo que dificulta el mantenimiento de un ritmo de trabajo normal.
Ruiz Eguren destacó que la incertidumbre y la pérdida económica están afectando gravemente al ánimo de la plantilla. “Cada vez que volvemos al trabajo, cuesta retomar el ritmo, y cuando lo logramos, ya tenemos que parar de nuevo. Esto lleva más de un año así, y los trabajadores están agotados”, añadió.
Preocupación por el futuro
El prolongado uso del ERTE y la falta de compromisos claros por parte de la empresa alimentan los temores sobre el futuro de la planta. Aunque se han mantenido ciertas inversiones en aspectos de seguridad, la dirección de Bridgestone no ha planteado medidas que garanticen la sostenibilidad de la fábrica a largo plazo.
Preguntado sobre la capacidad de la planta, el presidente del comité puso de manifiesto que “hay capacidad de plantilla y de máquinas, pero el mercado no responde”. Esta afirmación refleja uno de los principales problemas estructurales que enfrenta la compañía.
Además, Ruiz Eguren advirtió que, de no mejorar la situación en el segundo trimestre de 2025, podrían barajarse otras medidas más drásticas, como ajustes estructurales. “Esperemos que no lleguemos a hablar de ERE, pero la falta de visibilidad más allá de marzo no nos deja ser optimistas”, comentó.
Un contexto preocupante para la industria
El caso de Bridgestone no es aislado, ya que muchas empresas del sector del automóvil y sus derivados enfrentan desafíos similares debido a los cambios en el mercado global y la presión de la competencia extranjera.
Los trabajadores de Puente San Miguel esperan que el mercado se recupere y permita reactivar la producción a niveles normales. Sin embargo, la incertidumbre pesa cada vez más.
Un mensaje de esperanza y unidad
Pese a la preocupación, Ruiz Eguren destacó la fortaleza y unidad de la plantilla. “Seguiremos trabajando y defendiendo nuestros puestos. Solo esperamos que la empresa sea sensible a nuestra situación y que el mercado reaccione”, concluyó.
Mientras tanto, la plantilla de Bridgestone Puente San Miguel afronta el futuro con inquietud, pero también con la esperanza de que los próximos meses traigan un cambio de tendencia que permita superar la crisis.