Una travesía de dos años por cinco países, el desierto del Sáhara y una patera hasta llegar a España para poder estudiar

Santander

Isaac Mantu acaba de graduarse en Bachillerato, algo al alcance de la mayoría de los jóvenes que residen en España, pero por lo que él se ha jugado literalmente la vida.

Nació hace 21 años en la República Democrática del Congo, un país en el que si no tienes dinero no puedes ir al Instituto y "yo quería estudiar para tener un futuro mejor", asegura Isaac.

Salió del Congo con 15 años

Ese fue el principal motivo por el que con 15 años dejó atrás familia y amigos para emprender, junto a su hermano mayor, una travesía que se prolongó por espacio de dos años y medio; el tiempo que tardó en llegar a España después de atravesar cinco países, el desierto del Sáhara y coger una patera hasta las islas Canarias.

Durante esos dos años y medio, atravesaron la República del Congo, Camerún, Nigeria, Argelia y Marruecos. En cada uno de los países trabajaron durante algún tiempo y consiguieron ahorrar algún dinero, pero no el suficiente para costear el 'viaje' de los dos en patera.

27 horas en el mar

Su hermano tuvo que quedarse en Marruecos e Isaac pagó 3.000 euros por subirse a una patera junto a otras 56 personas con destino a las islas Canarias. "Hacía malo y la patera se perforó, todo el mundo estaba llorando, estuvimos 27 horas en el mar hasta que Cruz Roja nos rescató", recuerda Isaac, que cuando llegó a nuestro país era menor de edad.

Tras permanecer varios meses en Canarias, tocaba elegir destino e Isaac recuerda con una sonrisa que, mientras la mayoría de sus compañeros se decantaba por Madrid, Barcelona o Bilbao, escogió Cantabria porque había oído hablar de "la liga de fútbol Santander" y había visto varias oficinas con el nombre de esta ciudad.

Lo primero que hizo al llegar a Cantabria fue aprender nuestro idioma y luego se matriculó en el Instituto Miguel Herrero de Torrelavega. Vive solo (sus padres y una hermana se quedaron en el Congo) con la ayuda de Cruz Roja, compagina los estudios con el trabajo de fin de semana en un local de hostelería, y hace unos días hizo realidad una pequeña parte de ese sueño por el que se jugó la vida: graduarse en Bachillerato.

Repatriación menores

Isaac se pone en la piel de esos 18 menores para los que el Gobierno de Cantabria ha solicitado al Estado la repatriación a sus países de origen. "Me sentiría muy mal porque muchos han arriesgado su vida, como hice yo, para conseguir un objetivo. Escuchar que te van a devolver a tu país siendo menor de edad, eso duele mucho".