Marina Vega, la espía de Torrelavega que luchó contra los nazis durante la Segunda Guerra Mundial

Torrelavega

El Ayuntamiento de Torrelavega ha decidido recuperar, a través de las Rutas del Misterio que coordina Juan Gómez, la historia de Marina Vega de la Iglesia, espía y agente de la Resistencia francesa en España desde 1940 hasta 1944.

Juan Gómez nos cuenta en el programa A Vivir Cantabria que ha decidido incluir en estas rutas del misterio la historia de Marina Vega la Iglesia, cuya vida inspiró el personaje de Lola Mendieta en la exitosa serie de televisión 'El ministerio del Tiempo'.

Aunque nació en Castro Urdiales en el año 1923, los primeros años de vida de Marina transcurren en Torrelavega, donde su padre ejercía de registrador de la propiedad.

Su infancia en Torrelavega

En una entrevista concedida a Andrea Davis y Scott Boehm de la Universidad de California, Marina recuerda una "infancia feliz en una casa con jardín" en Torrelavega, ciudad en la que creció junto a su familia hasta que se mudaron a San Sebastián y en 1931 a Madrid por la carrera política de su padre, Francisco Vega.

Según relata Ignacio Uría en el libro Una agente de la Residencia francesa en la España de Franco, su padre fue detenido en Torrelavega por falangistas tras la caída del frente cántabro en 1937 y estuvo a punto de ser ejecutado, pero fue salvado gracias a la intervención de un cuñado suyo, Eduardo Sánchez Cueto, capitán del ejército franquista.

Fue juzgado y condenado a seis años de prisión por su lealtad republicana y otros 16 años por su pertenencia a la masonería.

El 18 de julio de 1937, justo un año después del levantamiento militar liderado por Franco, su madre decide enviar a Marina a Francia junto a la familia de Francisco Coterillo, entonces director del aeropuerto de Barajas.

Marina tenía 14 años y es su primer exilio a Francia, donde vive con cierta tranquilidad hasta el estadillo de la Segunda Guerra Mundial. Entonces, la familia Coterillo decide huir a México y ella regresa a España junto a su madre.

Resistencia Francesa

En 1940, con tan solo 17 años, se une a la Francia Libre y comienza a colaborar con la Resistencia francesa desde dentro de la España franquista. Tal y como apunta Ignacio Uria, "fue la única española que operó como agente de las Fuerzas Francesas Libres (FFL) en territorio español".

Marina participó en la red Base España dedicada a la evasión de fugitivos, transporte de información y sabotaje. Realizó más de 50 misiones, transportó explosivos, ayudo a pilotos aliados y actuó como enlace entre Madrid y la frontera pirenaica. Alcanzó el rango de subteniente (P2), el más alto permitido para una mujer en ese contexto.

Exilio

Tras ser descubierta, en 1944 cruzó los Pirineos y se exilió en Francia, donde trabajó para los servicios de inteligencia y fue condecorada con la Médaille de la Résistance Française, la Croix du Combattant Volontaire de la Résistance, Croix du Combattant 1939–1944 y la Insigne des Forces Françaises Libres (Moustique).

Vida bajo el franquismo

Marina volvió a España en 1950 para cuidar a su padre enfermo. Fue detenida brevemente en 1953, pero logró pasar desapercibida. Se casó con Ramón Reigada, excombatiente de la División Azul, con quien tuvo una hija en 1975.

Participó en la reorganización del PSOE en Benidorm y más tarde en Madrid. Se inició en la masonería, como su padre, y vivió discretamente hasta su fallecimiento en 2011.

Aunque su vida transcurrió principalmente en Madrid y Francia, su identidad estuvo siempre ligada a sus raíces cántabras. Está enterrada en el cementerio de San Isidro de Madrid, junto a sus padres, pero su historia forma parte del patrimonio histórico de Torrelavega y de Cantabria.