El Gobierno de Cantabria mantiene congelada la incorporación de psicólogos en los centros de salud

El Gobierno de Cantabria mantiene congela la incorporación de psicólogos en los centros de salud
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Santander
El Gobierno de Cantabria mantiene congelado, desde hace dos años, el programa de atención psicológica en los centros de Salud de la comunidad.
Una de las medidas estrella del Plan de Salud Mental se puso en marcha en 2023 con la incorporación de 6 psicólogos y el compromiso de llegar hasta los 21 profesionales, en 2026.
Dos años después, la Consejería de Salud no ha incorporado a ningún psicólogo más.
Incorporación progresiva de plantilla
El plan, denominado de Salud Mental 2022-2026, contemplaba, entre otras cosas, la incorporación progresiva del servicio de psicología clínica en los centros de atención primaria de la comunidad.
Fue una de las últimas medidas que adoptó el bipartito PRC-PSOE en Consejo de Gobierno. El plan arrancó con la incorporación de seis profesionales, encargados de atender 12 centros de salud, dos cada uno.
Entre otros, los centros de atención primaria de Castilla Hermida o Isabel II, en Santander; Camargo, Colindres, Laredo o Puente San Miguel, en Reocín.
El Plan de Salud Mental que se desarrolla hasta 2026 contempla la incorporación de otros 15 psicólogos más, hasta sumar 21 en total. De esta manera, con dos centros para cada profesional, el Servicio Cántabro de Salud se aseguraba la cobertura de toda la Atención Primaria de la comunidad.
Pero la realidad, a punto de iniciar el último trimestre de 2025, es que la Consejería de Salud no ha sacado ni una sola plaza más.
Creciente demanda
El programa se aprobó con la intención de cubrir la creciente demanda de atención en salud mental. De hecho, fue una de las medidas que generó mayor consenso entre los más de 170 expertos consultados para la elaboración del plan autonómico.
El objetivo es que la asistencia psicológica se canalice a través de los médicos de familia. Ellos son los que conocen al paciente y los que toman la decisión de realizar la derivación al profesional de la psicología asignado a cada centro de salud.
Son pacientes con problemas de salud mental comunes, como cuadros de ansiedad o depresión. Los cuadros más agudos, siempre en función del criterio del médico de familia, se siguen atendiendo por el equipo de especialistas de la unidad de psiquiatría de Valdecilla.
La demanda es creciente, aseguran los profesionales y la lista de espera también. Varía, según el centro de salud pero, de media, la espera es de un mes.
"Generando desigualdad"
Pablo San Millán, psicólogo del Servicio Cántabro de Salud ha denunciado en los micrófonos de la Cadena SER que la implantación de psicólogos clínicos en los centros de salud de Cantabria "se encuentra completamente paralizada".
Para el experto, la experiencia "ha demostrado que la atención atención eficaz, rápida y muy bien recibida por los pacientes". Sin embargo, la paralización del programa está "generando desigualdad en el acceso a este recurso esencial”, ha advertido San Millán.
"Que solo 12 centros de salud cuenten con psicólogo clínico, mientras que otra treintena permanece sin este servicio provoca que el acceso a la atención psicológica dependa del lugar de residencia del paciente. Una persona con ansiedad que vive en Camargo puede recibir atención psicológica en su centro de salud, pero si vive en Astillero o Piélagos, no”, ha explicado el psicólogo.
La falta de cobertura también repercute en las unidades de salud mental hospitalarias, que reciben más derivaciones desde los centros sin psicólogo. Según San Millán, en su experiencia profesional, los centros con psicólogo derivan entre uno y dos casos graves por cada diez que derivan los centros sin este recurso.
El psicólogo ha alertado del riesgo de que, una vez finalizado el plan de cuatro años, no solo no se cumpla el objetivo de incorporar a los 21 profesionales previstos, sino que incluso se eliminen las plazas actuales. "Lo que cunde ahora es cierta sensación de hastío".
San Millán ha recordado que, según el propio Plan de Salud Mental de Cantabria, uno de cada diez cántabros ha padecido algún problema de salud mental en el último año, lo que equivale a entre 60.000 y 120.000 personas en la comunidad.




