Karen Quiroga, barista y campeona de Latte Art: "El café se toma sin azúcar"

Cantabria

En el bullicioso Mercado de la Esperanza, en pleno centro de Santander, hay un rincón donde el café no solo se sirve, se celebra. Allí trabaja Karen Quiroga, una barista profesional que ha elevado la preparación del café a una forma de arte. Doble campeona nacional de Latte Art y tercera en el Campeonato Nacional de Aeropress, Quiroga no solo domina la técnica, sino que también forma a futuros baristas y educa a los consumidores sobre cómo disfrutar de una buena taza.

Su historia comenzó con la curiosidad por aprender a “latear”, es decir, dibujar con leche sobre el café. Esa inquietud la llevó a formarse con los mejores profesionales del mundo y a convertirse en la única mujer que ha ganado dos veces el campeonato nacional de Latte Art. En sus competiciones ha llegado a representar figuras como un león, utilizando técnicas como el etching (dibujar con punzón y colorante alimenticio) y el vertido libre, la más compleja de todas.

Pero más allá de los concursos, Karen tiene una misión: enseñar a la gente que el café no necesita azúcar. Según explica, un café de especialidad bien preparado es naturalmente dulce, y si se emulsiona correctamente la leche, sus azúcares naturales lo endulzan aún más. También insiste en que el café no es amargo por naturaleza, sino que muchas veces se prepara mal. Por eso, en su cafetería “Cafeteros”, en el puesto 12 del mercado, trabaja cada día para educar el paladar de sus clientes.

Entre sus consejos más repetidos está el de moler el café al momento, evitar el agua fría en la cafetera italiana y limpiar la máquina de café diariamente con productos específicos. También desmonta mitos como el del café largo, que en realidad es una sobreextracción que arruina el sabor, o el de calentar en exceso la leche sin lactosa, lo que anula el efecto de la enzima lactasa.

Karen recomienda pedir un doble espresso corto en lugar de un café largo, y para quienes buscan una bebida dulce sin añadir azúcar, sugiere preparar un cold brew con 60 gramos de café molido en un litro de agua fría, dejándolo reposar 24 horas en la nevera. El resultado es un café naturalmente dulce que puede tomarse solo o con un poco de leche.

Su café favorito, el 'Flat White'

En su día a día, Karen desayuna un flat white, una bebida que combina doble espresso con leche, ideal para proteger el estómago por la mañana. El resto del día lo dedica a su verdadera pasión: el café de filtro, que le permite explorar los nuevos procesos y orígenes que están revolucionando el mundo del café de especialidad.

Aunque reconoce que en Cantabria aún queda camino por recorrer en cuanto a cultura cafetera, se muestra optimista. La demanda de cafés más suaves y de calidad por parte de los jóvenes está impulsando a los hosteleros a mejorar sus productos y a contratar baristas formados. “Es fundamental tener un barista en la barra”, afirma. “Y muchos proveedores ofrecen formación gratuita, lo que mejora la calidad del café y también las ventas”.

Para quienes quieran vivir la experiencia de un café preparado por una campeona, basta con acercarse al Mercado de la Esperanza. Allí, entre aromas intensos y dibujos de leche sobre espresso, Karen Quiroga demuestra cada día que el café puede ser mucho más que una bebida: puede ser arte.