Cantabria tarda más de dos meses en realizar la lectura de las mamografías del programa de cribado

Santander

La Consejería de Salud prevé ampliar la franja de edad del cribado del cáncer de mama de los 45 a 74 años frente a los 50 a 59 actuales al final de esta legislatura, como recomienda la Unión Europea para aumentar la detección de casos y aprobó el Parlamento de Cantabria en 2023.

Según ha dicho este viernes su titular, César Pascual, a preguntas de los periodistas, la ampliación de las pruebas de detección precoz es "un compromiso de legislatura" que se va a cumplir una vez que se cuente con la nueva tecnología con programas de inteligencia artificial que se prevé implantar como apoyo a los radiólogos.

Pero antes, ha explicado, es necesario eliminar "la bolsa" de pruebas pendientes de analizar. Para agilizar ese proceso se ha externalizado la lectura de mamografías, a través de un acuerdo con el hospital de Santa Clotilde, que se encargará de mil de las 3.900 acumuladas.

Ahora se están analizando las mamografías que se hicieron en julio, ha apuntado Pascual, que no descarta reeditar esa colaboración con Santa Clotilde para seguir reduciendo las lecturas pendientes.

Según Pascual, se ha conseguido recuperar el ritmo del programa de cribado, que estaba "muy ralentizado" al principio de la legislatura.

Pruebas en Andalucía

A preguntas también de los periodistas, el consejero ha dicho que en Cantabria no ha ocurrido lo que ha pasado en Andalucía, donde hay 2.000 mujeres con pruebas dudosas afectadas por un fallo de información en el programa del cáncer de mama, a las que se tendrá que volver a llamar.

"Yo no niego que no haya casos pero sistemáticamente no está ocurriendo", ha señalado Pascual, quien ha explicado que, cuando el diagnóstico no es definitivo hay que hacerse una segunda prueba, que lleva un tiempo y en algún caso alguna mujer ha reclamado.

El consejero ha insistido en que ha habido reclamaciones "como en todo" pero que eso es "distinto" de lo que ha pasado en Andalucía