Sierra Studios, el epicentro creativo que impulsa la música cántabra desde Santoña
Los hermanos Pablo y Alberto Sierra han convertido su pasión en un estudio de referencia donde confluyen producción musical, videoclips y proyectos multidisciplinares.

Los Hermanos Sierra nos abren su estudio en La Ventana de Cantabria
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Cantabria
En Santoña, lejos del bullicio de las grandes capitales, dos hermanos han levantado un espacio que se ha convertido en punto de encuentro para artistas de toda Cantabria. Pablo y Alberto Sierra son los fundadores de Sierra Studios, un proyecto que nació de la pasión por la música y que hoy es sinónimo de creatividad, versatilidad y profesionalidad.
La historia de Sierra Studios comienza mucho antes de que existiera el local actual. “Desde pequeños nos fascinaba grabar”, recuerdan los hermanos. Con apenas seis y nueve años, Pablo y Alberto experimentaban con un rudimentario equipo casero: un micrófono estéreo colocado en medio de la habitación para registrar guitarra y batería. “Sonaba fatal, pero nos divertíamos”, confiesan entre risas. Aquellos primeros intentos fueron el germen de una vocación que, con el tiempo, se transformó en un proyecto sólido.
Hoy, ese “experimento casero” se ha convertido en uno de los estudios más completos de la región. Sierra Studios no solo ofrece grabación y producción musical, sino también servicios audiovisuales, desde videoclips hasta sesiones en directo y anuncios. “En la música actual tienes que estar en todas las guerras”, explican. Y ellos lo están: combinan la producción sonora con la creación visual, un enfoque que responde tanto a la demanda del mercado como a sus propias inquietudes artísticas.
Por Sierra Studios han pasado artistas de estilos muy diversos: Pablo Burgués, Álvaro Basanta, Kerchak, IVALO, Zarza, Lucía Gago o La Sonrisa de Julia, que acaba de grabar allí un adelanto de su nuevo disco, previsto para el 31 de octubre. “No tenemos un proyecto favorito”, aseguran. “Cada uno tiene su esencia y nos obliga a cambiar el chip constantemente”. Esa capacidad de adaptación es, precisamente, una de sus señas de identidad. “Es como ponerse un traje distinto para cada artista”, explican. Y no solo lo hacen de forma secuencial: muchas veces trabajan en varios proyectos en paralelo, lo que multiplica el reto creativo.
La complicidad de trabajar en familia
Además de socios, Pablo y Alberto son hermanos, una circunstancia que añade un componente especial a su dinámica de trabajo. “Discutimos mucho, claro, pero siempre acabamos bien”, admiten. Esa relación les permite complementarse: Alberto se centra más en la armonía y la parte musical, mientras que Pablo, percusionista, aporta su visión rítmica. “Es como tener el doble de productores”, resumen. Una fórmula que recuerda a otros tándems creativos del panorama nacional, como Santos y Fluren, pero con el sello personal de los Sierra.
En la web de Sierra Studios se definen como “estudio de grabación audiovisual”, y no es casualidad. “Siempre nos ha gustado el cine, los documentales, todo lo visual”, explican. Por eso, además de producir música, realizan videoclips, live sessions y piezas publicitarias. Aunque en ocasiones cuentan con operadores de cámara externos, la dirección creativa corre a su cargo. “Nos gusta guisárnoslo y comérnoslo”, dicen con orgullo. Esta diversificación no solo amplía su cartera de servicios, sino que refuerza su propuesta artística, ofreciendo a los músicos una experiencia integral.
Influencias y referentes
Cuando se les pregunta por sus canciones y artistas favoritos, las respuestas revelan la amplitud de sus gustos. Alberto se queda con I Wish de Stevie Wonder y confiesa su admiración por John Mayer. Pablo, por su parte, menciona In the Air Tonight de Phil Collins, un tema que marcó su infancia y lo llevó a la batería. En cuanto a grupos, The Beatles.
Con una agenda llena y una reputación en crecimiento, Sierra Studios se consolida como un referente en la escena musical cántabra. Su combinación de talento, versatilidad y pasión les ha permitido crear un espacio donde la música y la imagen se dan la mano, ofreciendo a los artistas algo más que un estudio: un lugar donde las ideas se transforman en proyectos reales.
En un momento en que la industria musical exige adaptabilidad y visión global, Pablo y Alberto Sierra demuestran que desde un rincón de Santoña se puede marcar la diferencia. Y lo hacen con la misma ilusión que cuando, siendo niños, grababan sus primeras maquetas en casa. Solo que ahora, el sonido ya no “suena a rayos”: suena a profesionalidad, creatividad y futuro.

Eduardo Bermúdez Dapena
Licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco. Redactor de la Cadena SER en Cantabria....




