“Hay ganaderos que lo han perdido todo”: el drama humano detrás de la dermatosis nodular

Santander

Raquel Serrat, coordinadora nacional del sindicato Unión de Pagesos ha compartido en Hoy por Hoy el devastador impacto que la dermatosis nodular está teniendo en el sector ganadero, especialmente en zonas como Girona, una de las más afectadas por esta enfermedad.

En estos momentos hay 18 focos en Girona: más de 2.500 vacas han tenido que ser sacrificadas y 152.000 animales inmovilizados.

Serrat ha puesto voz al sufrimiento de los ganaderos que han visto cómo sus explotaciones quedaban completamente vacías tras la aplicación de los protocolos sanitarios europeos, que obligan al sacrificio total del ganado en caso de foco confirmado. “El impacto personal y emocional es indescriptible. Habrá un antes y un después de esto”, ha afirmado con contundencia.

Situación crítica

La situación es especialmente crítica para aquellos que no cuentan con relevo generacional o que trabajan con ganaderías de leche o carne, donde recuperar un rebaño adaptado al terreno y con genética adecuada puede llevar años. “Habrá ganaderías que no volverán a empezar”, ha lamentado Serrat, subrayando que muchos de los afectados tienen entre 55 y 60 años y podrían replantearse su futuro fuera del sector.

Más allá de las pérdidas económicas, que ya son cuantiosas, la coordinadora ha insistido en que “el dinero no lo es todo”. La pérdida de animales criados durante años supone un golpe emocional difícil de superar.

Además, el impacto territorial también será notable: “Si estas ganaderías no continúan o cambian su orientación, el territorio lo notará”.

Responsabilidad de las autoridades

Serrat ha criticado la falta de prevención por parte de las autoridades, que no autorizaron la vacunación preventiva pese a los casos registrados en Francia desde junio. “Era evidente que acabaría llegando aquí”, ha dicho, recordando que Cataluña, por su ubicación fronteriza y condiciones climáticas, tenía todos los factores para ser una zona de entrada.

Aunque la enfermedad no afecta a la carne ni supone riesgo para la salud humana, Serrat ha advertido que el mercado ya está reaccionando negativamente. “Siempre hay quien se aprovecha de la desgracia y el precio está bajando”, ha dicho.

Serrat concluyó con un mensaje de esperanza y reivindicación: “Estos ganaderos tienen que recibir las indemnizaciones que se merecen, pero también acompañamiento emocional. Porque el dinero no lo cura todo”.