El Tribunal Superior de Justicia de Cantabria reconoce la incapacidad absoluta a una mujer con síndrome poscovid
La mujer padece dificultad respiratoria, taquicardia, fibromialgia, fatiga severa, trastorno cognitivo leve y síndrome ansioso-depresivo

Tribunal Superior de Justicia de Cantabria

SANTANDER
La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria ha reconocido el grado absoluto de incapacidad a una mujer con síndrome poscovid, con derecho a cobrar el cien por ciento de su base reguladora.
La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria ha estimado así el recurso de suplicación de la mujer, según informa el órgano judicial en un comunicado.
En una sentencia recientemente notificada y contra la que cabe recurso de casación para unificación de doctrina ante el Tribunal Supremo, la Sala de lo Social revoca la sentencia de un juzgado de lo Social de Santander, que estimó parcialmente las pretensiones de la mujer y le reconoció el grado de incapacidad permanente total para su profesión de administrativa.
El Juzgado estableció que la mujer debía ser beneficiaria de una pensión del 55 % de su base reguladora.
Tras el recurso de la afectada, la Sala establece que "el estado clínico de la actora no solo limita para las fundamentales tareas de su profesión como administrativa, sino para toda actividad remunerada", pues las secuelas deben considerarse, al menos, "previsiblemente definitivas, dada su tendencia a la cronicidad y el tiempo transcurrido desde el inicio del diagnóstico".
La mujer padece síndrome poscovid que se manifiesta en dificultad respiratoria, taquicardia, fibromialgia, fatiga severa, trastorno cognitivo leve y síndrome ansioso-depresivo.
Este cuadro clínico "presenta la entidad necesaria para entender que existe una absoluta incapacidad para el desarrollo de todo tipo de actividad laboral, incluidas las de carácter sencillo y sedentario", señala la sentencia.
"Nos encontramos ante un cuadro limitativo de especial gravedad, con un pronóstico incierto de curación y entendemos que dicha situación justifica -en el momento actual- la incapacidad permanente absoluta que solicita la parte actora en su recurso", se refleja en la sentencia.
La Sala explica que en relación a la covid se han pronunciado distintos tribunales superiores de justicia con diversas decisiones, ya que algunos han denegado las prestaciones de incapacidad, otros han reconocido la incapacidad permanente total y otros incluso el grado absoluto de incapacidad.
Según destaca, la decisión "varía en función de la gravedad de la enfermedad".
En este caso, la Sala de Cantabria tiene en cuenta el grado de afectación que padece la mujer y acuerda reconocer un grado de incapacidad permanente, que "requiere que las dolencias concurrentes inhabiliten a quien las padezca de manera plena para el ejercicio de toda profesión u oficio".
Señala el tribunal que esto supone que "no sea capaz de realizar una actividad con un mínimo de profesionalidad, rendimiento o eficacia en la presentación del trabajo".




