El fuego no da tregua en La Remonta: los vecinos denuncian abandono y exigen soluciones urgentes

Santander

La finca de La Remonta, un espacio de más de 200 años de historia ubicado en Santander y propiedad del Ministerio de Defensa, vuelve a ser noticia por un nuevo episodio de incendios que ha alarmado a los vecinos del barrio de San Joaquín. En apenas tres días, el edificio principal ha ardido en varias ocasiones, y este lunes por la madrugada, las llamas han vuelto a aparecer, avivadas por el viento y la vegetación seca que cubre el tejado del inmueble.

Fernando Oria, portavoz de la Asociación de Vecinos de San Joaquín ha explicado en Hoy por Hoy Cantabria lo vivido en directo en la Cadena SER: “Cuando llegamos, apenas había un poco de humo, pero en cuanto se levantó el viento, comenzaron a verse las primeras llamas”, relataba a escasos metros del edificio en ruinas.

La situación en la finca es crítica. El fuego ha consumido buena parte de la estructura, y el humo, denso y persistente, dificulta la visibilidad. “Estamos a tres o cuatro metros del edificio y hay momentos en los que el humo no nos deja ver nada”, describía el periodista. A su lado, Fernando Oria lamentaba el estado de abandono del lugar: “Esto es una auténtica pena. El olor lo dice todo. Aquí ha habido una bola de fuego que ha consumido 200 años de historia”.

Un espacio olvidado

La finca de La Remonta fue cedida por el Ejército hace dos décadas, pero desde entonces ha permanecido en un estado de abandono progresivo. En 2017 se presentó un proyecto para convertir el espacio en un parque urbano, pero según denuncian los vecinos, poco o nada se ha hecho desde entonces. “Este parque tiene ya nueve años y está completamente dejado. No hay ni un cartel que indique que no se puede pasar, solo una cinta de los bomberos que también se ha quemado”, explicaba Oria.

La zona, que sigue siendo propiedad del Ministerio de Defensa, es técnicamente una instalación militar, lo que implica que el acceso debería estar restringido. Sin embargo, la falta de vigilancia y mantenimiento ha convertido el lugar en un foco de inseguridad. “Aquí no se debería haber accedido nunca. Esto debería haber sido protegido, conservado y mantenido en un estado decente”, insistía el portavoz vecinal.

Incendios recurrentes y riesgo para la población

Los incendios que han afectado a La Remonta no son hechos aislados. Según los vecinos, los fuegos se han repetido en varias ocasiones, especialmente en los últimos días. El más reciente comenzó el jueves por la tarde y, aunque fue sofocado por los bomberos, las llamas han vuelto a aparecer en varias ocasiones desde entonces.

“Estamos hablando de edificaciones antiguas, con madera noble que tarda en prender, pero una vez que lo hace, es muy difícil de apagar”, explicaba Oria. “Toda la cubierta está ardiendo por dentro, y poco a poco se va viniendo abajo”.

Durante la conexión en directo, se escuchaban crujidos y golpes provenientes del interior del edificio, señales de que el techo seguía colapsando. “Lo que están escuchando es lo que está sucediendo en este momento: piezas del tejado cayendo por el humo y el fuego que aún persisten”, relataba Bermúdez.

El viento, además, complica la situación. “Si se levanta el sur, esto va a avivar las llamas. Puede volver a haber un fuego importante”, advertía Oria, visiblemente preocupado por la falta de respuesta institucional.

Silencio institucional y exigencias vecinales

La indignación de los vecinos no se limita al estado del edificio o a los incendios. Lo que más les duele, aseguran, es el silencio de las administraciones. “No tenemos ninguna respuesta. El Ayuntamiento no ha dicho nada, la Delegación del Gobierno parece que no va con ellos”, denunciaba el portavoz vecinal.

Desde la Asociación de Vecinos de San Joaquín exigen una actuación inmediata y coordinada entre las distintas administraciones implicadas. “Pedimos que se pongan de acuerdo, que habiliten las partidas necesarias para recuperar esta zona y este edificio emblemático. Queremos que se le dé un uso para el disfrute de los vecinos y vecinas de Santander y de toda Cantabria”, reclamaba Oria.

La falta de mantenimiento, la inseguridad y el riesgo de nuevos incendios convierten a La Remonta en una bomba de relojería. “Esto no es solo una cuestión de patrimonio, es una cuestión de seguridad ciudadana”, subrayaba el portavoz.

Un símbolo de abandono

La finca de La Remonta, que en su día fue un símbolo del poder militar en la región, se ha transformado en un reflejo del abandono institucional. Sus edificaciones, ahora en ruinas, están rodeadas de maleza, plumeros y escombros. “Las secuencias son estas: abandono, dejadez y, al final, el fuego como trágico desenlace”, resumía Oria.

Mientras tanto, los vecinos siguen esperando una respuesta. “No vemos una solución rápida. Y lo peor es que cada día que pasa, el riesgo aumenta”, concluía.

La situación en La Remonta es un recordatorio de lo que ocurre cuando el patrimonio se deja a su suerte. La voz de los vecinos, como la de Fernando Oria, resuena con fuerza en medio del humo: “Esto no puede seguir así. Necesitamos soluciones ya”.