Saludos fascistas, vinculación con Falange y búsquedas para hacer explosivos: las pruebas que señalan a los autores del ataque a la sede del PSOE de Cantabria

Santander

La titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Santander levanta el secreto de sumario en la investigación abierta por el ataque a la sede del PSOE de Cantabria del pasado mes de abril mientras en su interior se celebraba un acto de Memoria Democrática.

La Policía Nacional detuvo en septiembre a dos jóvenes por su presunta implicación en el ataque, uno de ellos, el hijo de la actual alcaldesa de Santa Cruz de Bezana, Carmen Pérez de Partido Popular.

Fuentes cercanas a la investigación han avanzado a la Cadena Ser contenidos del sumario que confirmarían su autoría.

Se han estudiado sus teléfonos móviles y, según estas mismas fuentes, los datos recabados relacionarían a los sospechosos con el ataque.

Todas las pruebas indiciarias apuntarían a que los dos jóvenes presuntamente autores del ataque, tenían un plan premeditado para lanzar las botellas con el material explosivo en el interior de la sede del PSOE de Cantabria.

Búsquedas en Google

En la causa se recogen conversaciones que les vinculan con lo ocurrido. Realizaron búsquedas de la zona en Google y recabaron información sobre cómo hacer un compuesto para que explote.

El sumario recoge que en esas comprobaciones, además, se constata su vinculación con grupos de ultraderecha e incluso su relación con Falange Española en Cantabria. Existen fotografías en las que aparecen haciendo el saludo fascista.

La decisión de levantar el secreto de sumario permitirá que las partes personadas tengan acceso a unas diligencias que hasta ese momento solo podían conocer la magistrada instructora y el representante del ministerio fiscal.

El caso continúa en fase de instrucción y pasa a estudiarlo la sección contra delitos de odio y discriminación de la Fiscalía.

Los dos acusados están en libertad con cargos.

Memoria Democrática

El objetivo del acto que los socialistas cántabros estaban celebrando en el momento del acto violento y la explosión de ambos artefactos caseros era para reivindicar el cambio de nombre de 18 calles que aún mantenían la nomenclatura franquista