El transporte a demanda llega a las zonas rurales de Cantabria con retos por resolver

Santander

El Gobierno de Cantabria ha presentado el anteproyecto del nuevo mapa concesional de transporte público por carretera, que reducirá las concesiones de 27 a 6 para mejorar la eficiencia y la rentabilidad del servicio.

La principal novedad es la implantación del transporte a demanda en varias líneas, con microbuses que se activan cuando el usuario lo solicita, evitando trayectos vacíos. Un modelo que ya funciona en zonas de Cantabria como el Valle de Cabuérniga.

Estefanía Liaño presidenta de la Asociación La Bardal y miembro de las mesas de movilidad del Valle de Cabuérniga ha explicado en los micrófonos de la Cadena SER que, aunque la iniciativa es positiva, presenta "importantes limitaciones".

“Es ilegal sacar el transporte fuera del municipio, lo que impide cubrir necesidades básicas como acudir a un hospital o a servicios que no existen en la localidad”, señala.

Además, el sistema requiere reserva previa, lo que dificulta su uso en casos de urgencia. “En zonas rurales, donde la movilidad es escasa, no podemos depender de tiempos de espera largos para desplazamientos esenciales”, añade Liaño. La falta de comunicación sobre el servicio y la escasa flota disponible son otros problemas detectados.

Un servicio adaptado al territorio

Liaño reclama que el transporte a demanda se adapte a la realidad del territorio, permitiendo desplazamientos intermunicipales y creando protocolos para urgencias.

“Toda zona rural es diferente y necesita soluciones específicas. El transporte público solo mejorará si se entiende el territorio”, concluye Liaño.

El Gobierno regional prevé que este sistema complemente la oferta de autobuses y trenes, con el objetivo de garantizar la movilidad en áreas con baja densidad de población.