La expansión hacia el oeste de Santander dispara el tráfico de entrada por la S-20
El crecimiento urbanístico y comercial en la zona occidental de Santander, junto con la concentración de centros educativos y el parque tecnológico, ha provocado un aumento notable de vehículos


Santander
El crecimiento urbanístico y comercial en la zona occidental de Santander, junto con la concentración de centros educativos y el parque tecnológico, ha provocado un aumento notable de vehículos en la S-20, especialmente entre las 7:30 y las 9:00 de la mañana. Así lo ha subrayado en la Cadena Ser, José Miguel Tolosa, jefe provincial de Tráfico, quien advierte que esta tendencia se viene registrando desde hace varios años, consolidándose tras la pandemia.
“No es algo exclusivo de este último año, sino que llevamos tres o cuatro años notando un incremento muy significativo”, explica Tolosa. El punto más crítico se produce en la franja de primera hora, cuando coinciden los desplazamientos laborales, escolares y universitarios. El acceso por la S-20 y la avenida de la Constitución soporta una presión que se extiende hasta las rotondas previas al Sardinero.
La expansión de la ciudad hacia el oeste, en áreas como Corbán, Liencres, Bezana y el Alisal, ha concentrado en un mismo corredor una gran cantidad de movimientos. Centros comerciales como Carrefour, Decathlon, MediaMarkt e IKEA, junto a varios supermercados, institutos y la Universidad de Cantabria, generan un flujo constante de vehículos. A ello se suma el parque tecnológico, que atrae diariamente a cientos de trabajadores.
Tolosa recuerda que la S-20, diseñada hace años, soporta ahora también el tráfico procedente de la S-30, que conecta con el arco de la Bahía y desemboca en esta misma vía, lo que incrementa la presión sobre el acceso occidental. “La infraestructura es la que es y no hay más posibilidades”, admite, descartando soluciones inmediatas más allá de la gestión puntual en rotondas, como se hizo en Valdecilla con la turborrotonda. Sin embargo, advierte que en este tramo concreto el problema se concentra en una hora punta, lo que "dificulta" justificar grandes obras.
Aparcamiento disuasorio
Según Tolosa cada hay más conductores que utilizan el Sardinero como aparcamiento disuasorio para acceder al transporte público, gracias a la mejora de las líneas urbanas y los intercambiadores implantados antes de la pandemia. “Una parte significativa de los que llegan desde la zona occidental deja el coche en el Sardinero para coger el autobús al centro”, señala.
Aun así, Tolosa reconoce que “probablemente tendremos que acostumbrarnos a pequeñas retenciones que hace unos años no existían”, consecuencia del crecimiento urbano y del desplazamiento de población hacia la periferia. “No son grandes atascos, pero sí problemas puntuales que antes no teníamos”, concluye, recordando que el abandono del centro en favor de la periferia genera ahora dificultades para acceder a la educación, los centros comerciales y los puestos de trabajo.

Miren Azkue
Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Soy la editora del informativo Hora...




