Chema López
La firma del crítico cultural, Juan Ángel Fernández
Firma de opinión | Chema López
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Qué bueno y estimulante es recuperar de vez en cuando a uno de esos artistas que honran nuestra cultura popular, la de esta ciudad que a veces está obligada a despedirse de ellos por la obligación personal de sus inevitables ausencias... siempre buscando interesados destinos. A Chema López, creativo ilustrador albaceteño, artista de la aventura al límite, documentado en la leyenda cinematográfica lo acabamos de recuperar como cronista natural de su enconada afición a las arcaicas historias, epopeyas o desventuras divulgativas. Bien, antes hay que recordar que Chema López es doctor en Bellas Artes, profesor en el departamento de cultura de la Universidad Politécnica de Valencia. Sus históricas exposiciones Sobre héroes y tumbas o The Negros and His Song, a principios de este nuevo siglo, que nos reservaban tanta desgracia o hazañas fueron celebradas también en nuestra ciudad. Paralelamente siempre me atrajo de él su entusiasta afición al blues y sus héroes a los que cuadraba literalmente en algunos de sus trabajos iconográficos... Leadbelly, Son House sobre todo, al que encontré una vez plasmado en la Feria de Arte madrileña ARCO, donde a Chema López se le venera, se le cuida y se le llama regularmente.
El pasado jueves 12 de mayo Chema volvió a su ciudad natal para presentarnos un libro (una interesante novedad pues su cambio de disciplina) en la Librería Popular. Pero un libro muy peculiar, donde el autor analiza y rastrea en los entresijos y recovecos de la música de blues, de las viejas canciones de aventureros, del extenso cine de las desventuras de forajidos, de las pinturas y retratos que acompañaron a los mismos, y del propio relato mítico en torno, en esta ocasión (y creo que no será la última) al pistolero de pistoleros más famoso de la era de los salteadores y bandoleros: Jesse James. Empezar su presentación con un pantallazo de un blues interpretado por el irlandés Rory Gallaguer ya fue para sacarlo a hombros, porque el tema en cuestión era una vieja copla dedicada al bandido. Bien, hay que decir que de Jesse James se han hecho hasta 37 películas, cientos de publicaciones, relatos, tebeos y docenas de canciones: Bob Dylan paseó una propia dedicada en sus primeros años, por no hablar de Woody Guthrie o Nick Cave y muchos más. Chema López ya pintó en 2010 un cuadro al que tituló Remake con la imagen del bandido, asesinado por su lugarteniente Robert Ford mientra colgaba un cuadro, mismo título del libro que acaba de presentar, donde recrea el desagradable crimen adornando el relato con grabados, cartelería de la época y fotografías del bandido o distintas alteraciones del momento del asesinato. Naturalmente, el cine es otra de las grandes pasiones de Chema López, siendo un motivo continuamente recurrente en su obra artística, por lo que la popular editorial especializada en cine Shangrilla le llamó para solicitarle el trabajo de éste ejemplar que ya debe figurar entre los elegidos por cualquier buen aficionado a las películas míticas.
A Chema le acompañaron en la presentación dos pesos pesados de la cultura albaceteña, el artista Sergio Delicado y el profesor de Historia Contemporánea en la Universidad de Castilla la Mancha, Pedro Oliver. La estética de mi obra, decía Chema López, tiene mucho que ver con la fotografía, como una pequeña metáfora de la dificultad a la hora de captar la realidad. Busco un poco la estética cinematográfica en aquellos fallos primarios.
Chema López es desde luego otra de nuestras hermosas y admirables realidades. Busquen su libro Remake, otra vuelta de tuerca de su admirable progresión.