Cuando se pone el sol, la naturaleza se desborda: guía para mirar y disfrutar el campo y sus mundos nocturnos

Puertollano

En el medio natural, cuando cae la noche el silencio es un clamor roto por mil sonidos primordiales. Hay gruñidos lejanos, hocicos y pezuñas que excavan, animales que beben, ramas que se agitan y aves nocturnas que vuelan, chillan, ululan y miran. Hay especies que abandonan rincones seguros para alimentarse y otras que hacen lo mismo para cazar. Hay olores distintos, flores que se esconden y otras, las menos, que despliegan su plenitud de madrugada. Hay un campo que se llena de ojos, rumores de agua y olores húmedos y distintos.

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Y aunque parezca lo contrario, no es un entorno hostil, ni tampoco más peligroso si el ser humano que ha decidido pasar la noche al raso o hacer vivac ve bien por dónde va, conoce el camino y sabe por dónde pisa. La tecnología, desde luego, ayuda mucho, y de eso precisamente nos habla el gran Maykol García en nuestra última entrega de Urban Detox, centrada en los mundos nocturnos

Porque ése, "Mundos nocturnos" es precisamente el título de uno de sus últimos proyectos, de la mano de "El calden outdoor" y también "Hikmicro".

Porque las noches de bohemia y de ilusión pueden ser también en un bosque, en un valle fluvial o en las infinitas dehesas de la provincia de Ciudad Real