Región y riqueza
La firma de Jorge Laborda Fernández Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular
Firma de opinión | Región y riqueza
Múltiples estudios en psicología social y socioeconomía han revelado y confirmado la fuerte relación existente entre la riqueza y la salud física y mental de las personas. Los niveles de ingresos económicos más bajos se han visto incluso asociados con modificaciones de la actividad cerebral, al impedir a las personas más pobres vivir la variedad de experiencias que pueden experimentar personas de rentas solo algo más elevadas. Los lugares con mayores niveles de renta muestran, en general, mejores indicadores de salud y una esperanza de vida más alta. Así es, los ricos no solo suelen vivir mejor que los pobres, y disfrutar más de lo que ofrece la vida, sino que también viven más.
Hace unos días, el Instituto Nacional de Estadística publicaba la última edición del informe sobre Indicadores Urbanos en España. El informe confirmaba algunas conclusiones reveladas por anteriores estudios internacionales, entre ellas que la esperanza de vida de las localidades más ricas de España puede superar en casi cuatro años a la de las más pobres.
Como es de esperar, una mayor renta no solo está relacionada con la esperanza de vida, sino también otros parámetros socioeconómicos, como los niveles de estudios y la tasa de paro. Los primeros son menores, y los segundos, mayores en las ciudades con menor nivel de renta media.
El informe del Instituto Nacional de Estadística confirma que, como en otras partes del mundo, también existe una brecha norte sur en España. Asimismo, las ciudades más ricas suelen encontrarse entre las de mayor población. Es en ellas donde se concentran los centros industriales y financieros, mientras que las ciudades y pueblos más pequeños se dedican a actividades agrícolas y de servicios que generan menor renta.
He analizado brevemente este informe para comprobar en qué lugar del ranking se encuentran las ciudades de Castilla-La Mancha. He descubierto que nuestra región muestra igualmente cierta brecha norte sur, pero también este oeste.
Albacete, la ciudad más poblada, es solo la cuarta en nivel de renta, solo por delante de Cuenca, la de menor población. Por cierto, ambas ciudades son más pobres que Teruel, esa ciudad que también existe. Toledo, en cambio, es la más rica, con un nivel de renta comparable al de Gerona, seguida por Guadalajara, con un nivel comparable al de Santander.
Estos datos ponen de relieve que una mayor población urbana en Castilla-La Mancha no va asociada con un mayor nivel de renta en la ciudad correspondiente. Sería interesante e importante encontrar explicaciones para la excepcional situación de Albacete, siendo la ciudad más pobre de las más pobladas de la región. Carezco de explicación, aunque quizá ayude a comenzar a encontrarla lo que un alto responsable político me dijo hace ya muchos años, al comentar la situación de nuestra región: “Hay que parar a Albacete, o esta crecerá demasiado”, me espetó sin pestañear. Puede que sus palabras algún efecto hayan tenido.