David Ramos: el día a día de un entrenador profesional de Fútbol Sala

Valdepeñas (Ciudad Real)

David Ramos Barragán es una de las piezas fundamentales en el proyecto del Viña Albali Valdepeñas en su etapa en Primera División. Todo ello, porque este entrenador madrileño ha logrado posicionar al conjunto azulón entre los mejores equipos de España. De hecho, esta campaña ha logrado algo que, incluso, ha sido impensable para muchos equipos grandes de la LNFS, como es el haber estado presente en las fases finales de las tres competiciones de Fútbol Sala: Copa del Rey, Copa de España y playoff por el título de Liga. Por todo ello, Ramos se ha pasado por la sección 'Un día con...' para conocer cómo es ser entrenador profesional en el futsal.

De este modo, el míster, que ha pasado por Viña Albali Valdepeñas, Rivas Futsal, FSD Puertollano, Punctum Millenium Pinto y Tien 21 Uicesa Tres Cantos, confesaba que es muy complejo compaginar la vida profesional, familiar y deportiva. En este aspecto, Ramos sigue manteniendo su trabajo principal, que compatibiliza con ser entrenador de la máxima categoría de Fútbol Sala. No obstante, ha confesado que "apenas duermo 4 horas y hay días que no veo a mis hijas". Además, asegura que un día con 24 horas se le queda muy corto y es que a ambas facetas (profesional y deportiva) hay que sumar los desplazamientos desde tierras madrileñas a Valdepeñas para poder entrenar al equipo o disputar sus diferentes compromisos.

También, ha recordado su etapa de futbolista, en la que asegura que se sentía más cómodo. La explicación hay que encontrarla en que, en ese caso, asumía únicamente los problemas de él mismo y no de los demás. Sin embargo, en la faceta de entrenador debe de conjugar y, en algunas ocasiones, intermediar en los problemas que tengan sus jugadores, así como en los comentarios que se realizan por parte de los aficionados o desde el propio club. Además, esa faceta de entrenador llegaba a los 33 años y cuando el club en el que militaba en Segunda División le ofreció tomar las riendas del equipo y vivir los partidos desde el banquillo dando órdenes.

Por su parte, Ramos ha desvelado que la pasión por el Fútbol Sala le nace por su padre, quien fue jugador en la élite de este deporte. Por ello, ese gen del deporte le acompaña desde que era pequeño y, además, se le ha sumado el AND ganador. Un ADN ganador que ha contagiado a la parroquia vinatera, en donde ya no existe techo y límites para seguir soñando con los colores azulones.