Ciudad Real

En Chillón se investiga un presunto delito de intrusismo y lesiones del propietario de la clínica dental de la localidad que ha sido cerrada cautelarmente por petición del ministerio fiscal y la acusación particular que representa a un paciente.

Cierre por un año mientras se investigan los hechos que se adopta, según recoge el auto dictado por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº1 de Almadén, al que ha tenido acceso la Cadena SER. El caso se comenzó a investigar tras la denuncia de un paciente que ha visto gravemente afectada su salud dental por la actuación del investigado que en su declaración en sede judicial reconoció que "actuó como odontólogo sin tener título alguno que le habilitara para ello".

Lucha contra el intrusismo

El abogado que representa al perjudicado Rodrigo García, ha dicho en declaraciones a la SER que "es importante que la administración, así como el resto de poderes públicos tengan plena conciencia de la importancia que tiene la lucha contra el intrusismo profesional en el ámbito de la medicina por el bien de consumidores, de usuarios y en general, de cualquier paciente que requiere tratamiento médico, así como también la responsabilidad de todos de denunciar cuando tenemos plena confianza de que esto está ocurriendo en algún caso particular".

"Un caso puntual"

Según ha podido saber la Cadena SER, la clínica dental lleva funcionando en la localidad desde hace unos ocho años sin que hasta el momento se haya producido ninguna incidencia. El propio investigado, aunque no quiere hacer declaraciones públicas, dice que se ha tratado de un caso puntual. En el auto precisamente dijo que había sido la primera vez que actuó de esa forma", aunque "la instructora practicará diligencias para el esclarecimiento de estos hechos y concluir si fue un caso puntual o no".

"Lo cierto es que el investigado es dueño de la clínica dental Dentibella. La forma de actuar es la contratación de profesionales odontólogos en régimen de autónomos", se indica en el auto judicial en el que se añade que los hechos "revisten una especial gravedad, pues los daños ocasionados en la boca pueden poner en grave peligro la salud física de los pacientes". Por ello se acuerda el cierre temporal de la clínica "al existir indicios suficientes de la posible comisión del delito de intrusismo y lesiones.

El propietario de la clínica ha venido trabajando mediante la contratación de profesionales odontólogos en régimen de autónomos.