Una webcam difunde la cría de una familia numerosa de lechuzas en Cabañeros

Ciudad Real

Una de las parejas de lechuzas común que cría en el Parque Nacional de Cabañeros, cuya crianza se ha podido seguir en directo a través de webcam conectadas las 24 horas a internet, ha sacado adelante con éxito una familia numerosa de seis pollos.

El Parque Nacional del Cabañeros, en colaboración con SEO/BirdLife, lleva varios años instalando videocámaras para seguir el comportamiento diario de las lechuzas comunes durante el periodo de cría.

Estas webcam, una que ofrecía imágenes interiores de la caja nido en la que las lechuzas han criado, y otra exterior que permitía ver la zona donde se encuentra el nido, han permitido descubrir nuevos detalles del complejo proceso de cría de esta especie.

Así lo ha comentado a Efe el director del Parque Nacional de Cabañeros, Ángel Gómez Manzaneque, quien ha señalado que en las últimas semanas alguno de los seis pollos que se han criado, los más adelantados, han comenzado a abandonar la caja nido en la que nacieron.

En las últimas horas solo se observan dos que permanecen en su interior durante distintos momentos del día, aunque en ocasiones siguen volviendo al nido también alguno de sus hermanos, ha puntualizado.

Este año la pareja de lechuzas puso seis huevos que llegaron a eclosionar en su totalidad y de los que salieron seis pollitos que la pareja ha criado con mimo para sacarlos todos adelante.

Voluntarios de SEO/BirdLife, ha comentado el director del parque, se han encargado de realizar el seguimiento diario de las webcam que han revelado cómo en algunas jornadas, tanto el macho como la hembra han tenido que trabajar intensamente para lograr alimentar a sus crías.

Asimismo, el director del Parque Nacional de Cabañeros ha dicho que es significativo que algunos días hayan llegado a cazar más de 30 ratones para poder atender las necesidades alimenticias de sus crías.

Gómez Manzaneque también ha comentado que la novedad de este año en el seguimiento ha sido la instalación de una cámara exterior que ha ofrecido una visión diferente de la caja nido, y que, sobre todo, ha dado información también de todo lo que se puede ver pasa alrededor de este lugar de cría.

Así, se ha podido ver cómo un zorro ha merodeado por el entorno, o como una garduña también se ha movido por el tejado del Centro de Recepción de Casa Palillo, lugar donde desde hace más de una década cría cada año esta pareja de lechuzas.

En este sentido, el director del parque ha señalado que se ha podido volver a comprobar que la presencia de visitantes al centro no ha alterado el comportamiento de cría de la especie.

Por otro lado, ha indicado que el parque ha recibido la petición de varios investigadores interesados en recoger las egagrópilas que han quedado en la caja nido para estudiar con más precisión la alimentación de esta especie.

Carlos Hernáez, coordinador del programa Webcams de SEO/BirdLife, ha comentado a Efe que el seguimiento de las webcam del Parque Nacional de Cabañeros por parte de internautas ha vuelto a ser un éxito esta temporada.

También, ha dicho, ha sido un éxito los datos obtenidos por la red de voluntarios que siguen a diario estas cámaras, de las que se ha obtenido una importante información sobre el comportamiento de la especie durante el periodo de cría.

Hernáez ha agradecido el trabajo de los voluntarios que han sido capaces de documentar "el mérito que ha tenido esta pareja de lechuzas de sacar adelante seis pollos este año".

Declarada Ave del Año 2018 por SEO/BirdLife, la lechuza actualmente tiene una amplia distribución mundial pero, según los últimos datos del programa Noctua de SEO/BirdLife, se mantiene un acusado declive en los últimos años en España, incluso ha llegado a desaparecer de algunos territorios que ocupaba.

En el conjunto de Europa se ha estimado una población de 100.000 a 210.000 parejas, de las que entre 50.000 y 90.000 nidifican en España.

Su principal amenaza es la destrucción o alteración del hábitat de caza y nidificación, a lo que se une también las concentraciones parcelarias, los cambios en los usos agrícolas y el empleo de plaguicidas que han reducido considerablemente la disponibilidad de sus presas.

La destrucción y recuperación de edificios viejos han reducido también los lugares adecuados para la reproducción, lo que supone otra amenaza añadida para la especie, que se une a las que suponen la caza ilegal y los atropellos.