Ilusión y esperanza con la reapertura del colegio en Villaescusa de Haro
El centro escolar de esta localidad cerró al terminar el curso 2016-2017, ahora vuelve a reabrirse con el compromiso de madres y padres que apuestan por la educación en el pueblo
Colegio de Villaescusa de Haro / JCCM
Las Pedroñeras
Buenas noticias en La Mancha conquense con la reapertura del colegio de Villaescusa de Haro, un municipio que cerró su centro escolar al terminar el curso 2016-2017. El motivo no fue falta de alumnos y alumnas. Los padres y madres decidieron matricular a sus hijos en el Colegio Fray Luis de León de Belmonte, un municipio mayor.
Ahora Villaescusa cuenta con doce niños y niñas en edad escolar y desde el Ayuntamiento decidieron convocar a sus padres para ver cuántos estarían dispuestos a matricular a sus hijos en el pueblo. La buena noticia es que han sido la gran mayoría.
Lo cuenta el alcalde, Cayetano Solana: "Vimos que, con esos doce niños, era una buena oportunidad para intentar volver a abrir el colegio y, tras la reunión, los padres de entre ocho y nueve de esos niños y niñas decidieron firmar el compromiso de matricular a sus hijos en Villaescusa de Haro".
Desde ese momento, según cuenta el alcalde, "comenzamos los trámites ante la Consejería de Educación para solicitar la reapertura del colegio". Es el mismo edificio que cerró hace cinco años, ya que se encuentra en buenas condiciones por ser relativamente nuevo.
El colegio albergará una clase unitaria
Aunque, por ratio de alumnos y alumnas, solo llenarán una clase, "todos estudiarán juntos, son de diferentes cursos pero los alumnos que viven aquí y que cursan sexto de Primaria seguirán en Belmonte, por lo que aunque serán de varios cursos, serán todos inferiores", explica Chillerón.
Además, de cara al futuro hay estabilidad y continuidad del centro escolar, "en las generaciones siguientes también hay niños y niñas que se podrán matricular", dice.
A pesar de todo, los vecinos y vecinas de Villaescusa de Haro están felices por volver a abrir su colegio, "valoramos esa ilusión, esperanza y vitalidad que ofrece a un pueblo tener el colegio abierto, además de las posibilidades de atracción para nuevos pobladores", concluye Chillerón.
