Mario Costa vuelve a jugar diez temporadas después de su lesión

Toledo

El Soliss Talavera Fútbol Sala ha rescatado para la práctica del fútbol sala a Mario Costa. Un jugador más de la inagotable cantera toledana que en la década pasada apuntaba altísimo. Tan alto que llegó a ser internacional sub 21 llevándoselo, muy joven, el Santiago Futsal (por entonces Lobelle Santiago) a jugar a Primera División. Allí sufrió una dura lesión de rodilla que le haría pasar por el quirófano, recaer varias veces y que al final acabaría marcando su prometedra carrera.

Era, es, un jugador de Bargas. Andreu Linares, por entonces entrenador rojillo, lo tuvo entrenando y jugando en El Balcón. Apuntaba muy alto y, además de ir con la sub21, estaba ya monitorizado por Venancio López para un posible salto a la selección absoluta con el paso del tiempo. En Galicia coincidió con jugadores de la talla de Aicardo, Rafael o Raúl Campos entre otros.

Mario, que esta temporada se enfrentará a su hermano Mario Costa (jugador de Bargas Qualery), se recuperó con el paso del tiempo pero el tren del profesionalismo en el deporte del fútbol sala pasó para él. No así el del deporte. Mantuvo la forma, también por su trabajo que es físico, hasta que ha llegado esta temporada 2022-2023 en la que cumplirá 30 años.

El hecho de que al banquillo del Primero de Mayo haya llegado otro bargueño (también ex jugador y entrenador del Bargas) como Ángel Magán seguro que ha tenido mucho que ver en que Mario Costa vuelve a calzarse las zapatillas tanto tiempo después.

Este lunes, en declaraciones difundidas por las redes oficiales de su nuevo equipo, el deportista se sinceraba tanto tiempo después: "Vuelvo a las pistas porque tengo la espinita de qué hubiera pasado si hubiera vuelto a jugar y estoy con mucha ilusión por ello".

Costa juega de pívot pero su calidad, ahora unida a la veteranía, le puede hacer desenvolverse en cualquier rol del sistema de Magán.