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El comercio de Toledo, en desacuerdo con las medidas de ahorro energético

La Asociación de Comerciantes del barrio de Santa Teresa teme que se pierda afluencia de público al perder temperaturas agradables en sus establecimientos

El comercio de Toledo, en desacuerdo con las medidas de ahorro energético

Toledo

Este lunes el Consejo de Ministros daba luz verde al Plan de Choque de Ahorro y Gestión Energética que obligará a adoptar varias medidas para reducir el gasto de todo el país en energía. El Real Decreto Ley que ya está publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), y por tanto, en vigor, hace que los locales abiertos al público reduzcan el uso del aire acondicionado, la calefacción o las luces de los escaparates.

El decreto dará unos días de margen, hasta el próximo 9 de agosto, para que los establecimientos pongan en marcha todas estas medidas. Las normas más importantes que se recogen, y que más afectarán a los locales, serán las de limitar a 27 grados el uso del aire acondicionado en verano y a 19 grados la calefacción en invierno. Una norma que, para los comerciantes de Toledo, podría reducir la clientela al perder el reclamo de temperaturas agradables en sus establecimientos.

Es lo que asegura Carlos Molina, de la Asociación de Comerciantes del barrio de Santa Teresa de la capital regional -un barrio puramente comercial en el que bares y tiendas de todo tipo se extienden por sus calles-. "Hay sectores en los que no es recibo que se imponga, como por ejemplo en una tienda de ropa", explica. En ese tipo de tiendas el cliente perderá comodidad cuando tenga que probarse distintas prendas a una temperatura o muy fría en invierno o muy calurosa en verano. "La gente que entre en verano en los probadores entrará sudando y no estará bien visto ni por parte de los clientes ni por parte del comercio", detalla.

"Depende del comercio que sea, el cliente permanecerá más o menos tiempo según si son gestiones más o menos rápidas,...", dice. Por eso cree Molina que las medidas no tendrán aceptación ni por parte los clientes ni comerciantes, y teme, que se pierda afluencia de público.

A estas normas que afectan a hosteleros y comerciantes se une otra obligación más: los dueños de tiendas comerciales no van a poder tener su escaparate encendido a partir de las 22:00 horas. Carlos Molina cree que "esa hora, en invierno, se pueden apagar los escaparates perfectamente y que no repercute a la hora de que la gente pueda estar en la calle", aventura, aunque según él, sí que serán "barrios mucho más oscuros", y por ende, con menos "vida".

Eso sí. El sentir de los comerciantes es el de que, en las crisis, "siempre pagan los mismos" y que algunos tienen "cintura de avispa" de tanto apretarse el cinturón, bromea Molina.