Brindando por un festival con corazón

Aranda de Duero

El salón de plenos del Ayuntamiento arandino acogía este mediodía el brindis que ha servido de bautismo institucional a esta vigésimo quinta edición de Sonorama Ribera. El director del festival, el presidente del Consejo Regulador, representantes de la corporación local arandina, de la Junta de Castilla y León y otros invitados a este acto levantaban la copa con un buen Ribera del Duero para celebrar que cumple sus bodas de plata este evento que hace un cuarto de siglo empezó la transformación de Aranda en estos días de agosto desde una ciudad cerrada por vacaciones hasta el auténtico hervidero humano en el que se ha convertido. “Aranda era hace veinticinco años una ciudad que en el mes de agosto lamentablemente estaba semidesértica, porque algunos se marchaban al pueblo, porque tenemos un gran arraigo con nuestra comarca, y eso era lo que éramos en el mes de agosto”, destacaba la alcaldesa, Raquel González.

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El director de Sonorama Ribera, desde la silla de ruedas en la que le mantendrá estos días el percance que sufrió con su ciclomotor el martes, hablaba como siempre desde el corazón, haciendo una mención especial a Susana Vicario, a la que califica como “la madre” del festival, que apostó en los comienzos desde la asociación Art de Troya por lo entonces parecía un sueño de cuatro locos por la música.

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Decía también que lo que caracteriza precisamente a esta cita y marca la diferencia con otras similares es el “alma” que imprimen las numerosas personas que están trabajando en el anonimato para que el éxito se reedite cada año. “Yo si estoy aquí esta mañana es para agradecer al mejor equipo del mundo que haya conseguido después de 25 años tener un festival con corazón, que es lo que nos diferencia de todos los demás, yo creo que hay muchos festivales por todo el mundo pero ninguno como Sonorama Ribera y no lo decimos nosotros, sino todos los que vienen, los artistas, la gente que siente que Aranda y nuestro festival es diferente, nuestro equipo de alguna manera cada año está tan loco que sigue luchando por este festival”, manifestaba Javier Ajenjo.

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Entre los intervinientes en este acto institucional han estado también Claudia Halley, ganadora del concurso Talento Ribera 2022 y María Arilla Montesinos, alumna de la escuela de música Antonio Baciero y la academia La Probetta, que participará el sábado a mediodía en la Plaza Mayor en un concierto de Sonorama Baby. Ella, que junto a su compañero Rodrigo Cuesta, ha llegado muy alto en el programa de Antena 3 La Voz Kids, agradecía a la organización su apuesta por los nuevos valores. “Igual que Claudia, en nombre de todos los artistas emergentes, muchísimas gracias por contar con nosotros y poner vuestra esperanza en que salgamos a la luz”, expresaba esta jovencísima artista arandina.

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De ello hablaba precisamente la viceconsejera de Cultura. Mar Sancho valoraba como una de las señas de identidad de este festival su apoyo a las bandas y a los artistas de esta tierra cuando todavía están empezando. “Un festival que entre sus muchas virtudes ha contado con el de ser visionarios, porque habéis sido apostando a lo largo de los años por artistas emergentes en los que nadie creía y que han saltado a la lo más alto del mundo de la música y este año volvéis a tener muchos ejemplos de esas características”, comentaba Sancho.

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El acto se completaba con las intervenciones del presidente del Consejo Regulador Ribera del Duero, Enrique Pascual, principal patrocinador del festival, y de Charlie Bautista, director del concierto del 25 Aniversario de Sonorama Ribera. A la una de la madrugada ya del domingo arrancará este espectáculo en el escenario Aranda de Duero, justo a continuación de la actuación de C Tangana, reconocido artista madrileño, ídolo de masas el mayor popularidad de toda esta edición, que actuará en el escenario principal Ribera del Duero.

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