El Grupo de Investigación Geomorfología, Territorio y Paisajes en Regiones Volcánicas (Geovol) está estudiando un nuevo chorro de gas y agua relacionado con el fenómeno vulcanológico de la provincia de Ciudad Real, localizado entre Pozuelo de Calatrava y Aldea del Rey, cerca del río Jabalón. Vecinos de Granátula de Calatrava comunicaron al grupo investigador hace unos días la existencia de un nuevo chorro de gas y agua cuyo origen se encuentra en la apertura de un sondeo dentro de un olivar, en el término municipal de Valenzuela, según ha explicado en la SER Rafael Gosálvez Rey, el director del grupo Geovol perteneciente a la Universidad de Castilla-La Mancha. Desde que en el año 2000 surgiera el chorro más mediático, el de Granátula, regularmente han ido apareciendo chorros, intensificándose a partir de 2010. Todos, de origen humano, provocados al pincharse a gran profundidad dejando salir una cuantiosa cantidad de agua, dióxido y monóxido de carbono con el peligro que conlleva. En este caso, el agua que ha salido ha llegado a generar un encharcamiento de casi media hectárea de superficie. Los niveles de dióxido de carbono han sido el doble del valor normal en el aire, y los de monóxido de carbono estaban doce veces por encima de lo que recomienda por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos. Es por lo que el también profesor de Geografía Física de la UCLM aconseja que se establezca por parte de la CHG algún control a la hora de hacer pozos especialmente en las zonas de Almagro y Bolaños. En la actualidad el chorro, que desde el lunes ha dejado de expulsar agua y gas, ha sido tapado por los propietarios. Por los rastreos de las imágenes de satélite Sentinel, el agua apareció entre el 27 de julio y el 1 de agosto. Dejó de funcionar a partir de entonces y volvió a activarse entre el 21 y el 26 de agosto y no se descarta que vuelva a surgir por lo que desde Geovol seguirán pendientes de su evolución. El presidente de este grupo investigador aprovechaba para hacer una llamada para futuros casos: que no se oculte porque es conveniente documentarlos y cartografiarlos para indicar después a la Confederación Hidrográfica Guadiana ( CHG ) los lugares donde existe el peligro de que se produzca este fenómeno.