Una persona con lesión medular podrá caminar con un exoesqueleto que se controla con la mente
El proyecto, presentado en el Hospital Nacional de Parapléjicos, se diferencia de otros porque no fuerza movimientos si no que pretende imitar al proceso natural de movimiento de una persona sana
Claudia Moreno
Toledo
"Si puedes imaginarlo, puedes lograrlo". Más allá de frases inspiradoras hechas por marcas de papelería para vender más libretas, esta afirmación puede ser una realidad. Al menos, en lo que al nuevo proyecto que se ha presentado en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo se refiere.
Una persona con lesión medular podría caminar gracias a un exoesqueleto que se controla con la mente. Se hace gracias a una interfaz cerebral -similar a un gorro de baño, pegado al cuero cabelludo del paciente- y que se conecta a las estructuras metálicas de las extremidades. Lo que permite el dispositivo es que, pacientes que no pueden caminar, lo puedan hacer imitando al proceso natural de una persona sana. "Lo que hacemos es un bypass para que las señales cerebrales se lleven a un sistema, que procesa las señales y determina si la persona está pensando o no en caminar", explicaba José María Azorín, catedrático de la Universidad Miguel Hernández de Elche y director del proyecto 'Walk'.
Para ello, es imprescindible que el paciente se involucre en el proceso e imagine sus movimientos motores para que la maquinaria se ponga en marcha. De este modo, se favorece la neuroplasticidad, una propiedad del sistema nervioso para generar nuevas conexiones neuronales y compensar las conexiones perdidas. Es necesario un "proceso previo de entrenamiento", según detallaba Azorín, "para que los algoritmos se puedan ajustar y detecten el patrón cerebral que ocurre cuando la persona está pensando en la marcha". Detrás de todo ello: la inteligencia artificial, un término tan manido como necesario a día de hoy.
José Manuel Núñez tiene 40 años y es de Madrid. Hace dos meses se sometió a una operación de espalda que no salió como esperaban. Desde entonces, es paciente en el Hospital Nacional de Parapléjicos y hoy ha sido el encargado de realizar la demostración ante los medios. Él se marca "pequeños objetivos" que, poco a poco, "se van cumpliendo" en un sitio -el Hospital Nacional de Parapléjicos- que es ideal para recuperarse "o, al menos, intentarlo". Y en ese proceso de intentos, llega este exoesqueleto con el que siente "magia". José Manuel, muy mocionado, admite que necesita mucho tiempo para concentrarse y caminar apenas unos metros. Él para relajarse y caminar piensa en su hija, Carla, que es quien más le inspira en el deseo de caminar.
Es un proyecto que lleva en marcha desde el año 2019 gracias al trabajo de un equipo de investigadores del Hospital Nacional de Parapléjicos y de la Universidad Miguel Hernández de Elche. Aunque, eso sí, los estudios de inteligencia artificial aplicados a la medicina llevan en marcha casi dos décadas. Un exoesqueleto tiene un coste de unos 100.000 euros que han sido sufragados por el Ministerio de Ciencia e Innovación.
No obstante, el futuro de la investigación en esta materia se dirige a otros campos: sustituir dispositivos externos como el exoesqueleto por otros internos en la médula espinal que la estimulen por debajo del nivel de la lesión. Se trataría de captar la señal cerebral, identificar cuándo la persona quiere andar y un dispositivo colocado en la columna podría estimular por debajo de la zona de la lesión medular justo en el momento que se detectara ese deseo de movimiento.
