Nacho Baeza, un conquense dedicado a la cooperación en América Central

Cuenca

Nacho Baeza es conquense desde los dos años, “desde que soy consciente”, dice, y en esta ciudad creció, estudió y dio sus primeros pasos en el voluntariado. “Algunos veranos estuve dando clases y trabajando con niños y niñas en el barrio de San Antón, y jugando al fútbol con personas con discapacidad”, recuerda, y responsabiliza a su madre “que siempre ha sido una persona muy inquieta, movilizada social y políticamente, y siempre me ha trasmitido que es importante poner tu granito de arena con la comunidad. El voluntariado es algo que recuerdo que no me costaba, me lo pasaba bien, incluso”.

Así fue como, en aquellos años de su adolescencia, nacho empezó “a mirar hacia otros mundos y, cuando rascabas un poco veías que las cosas no estaban muy bien. De ahí pensé que, lo que yo aprendí a hacer en Cuenca, podría aplicarlo más allá completando la formación”.

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Nacho Baeza tiene 45 años y lleva dieciséis trabajando de forma continuada con Asamblea de Cooperación por la Paz, ONG en la que desempeña las labores de coordinación de equipos en América Central y, aquí en España, en la comunidad autónoma de Castilla y León. Estudió Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Castilla-La Mancha y en la UNED, y tuvo su primera experiencia con la cooperación en países del sur gracias al programa Jóvenes Cooperantes de la Junta de Castilla-La Mancha en el año 2000 en Honduras. Nos lo ha contado en una entrevista en Hoy por Hoy Cuenca.

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De aquella experiencia de cooperación en Honduras recuerda “que fue bastante dura por el clima que era extremo en cuanto a calor y humedad en San Pedro Sula”, nos cuenta, “y recuerdo el primer viaje hasta llegar a la comunidad de Tocoa que tuvimos que hacer en coche, en todoterreno y finalmente a caballo. Cuando llegamos allí descubrí un lugar precioso en medio de un bosque tropical del que recuerdo los sabores de las frutas. Allí conocimos a la gente que estaba desarrollando un proyecto sobre ganadería”.

El primer proyecto

De todos los proyectos que ha desarrollado Baeza en estos dieciséis años, recuerda el primero en Guatemala en 2006: “Allí estuve más de un año coordinado un proyecto de sistemas de agua en diferentes comunidades, unos por gravedad, otros por impulsión de agua, otros por recogida de lluvia. Aquello me marcó. Todos los proyectos tienen un impacto, pero los de agua son que yo he visto que realmente cambian la vida de las personas, sobre todo de las mujeres y las niñas”.

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Proyectos actuales

Nacho Baeza viaja dos o tres veces a Centroamérica para comprobar sobre el terreno cómo avanzan los proyectos de desarrollo de Asamblea de Cooperación por la Paz. “El eje más importante es el trabajo con Derechos Humanos de la mujer, tanto en derechos sexuales y reproductivos como en prevención y erradicación de las violencias y promoción de la igualdad”, explica Nacho. “Luego también tenemos otro eje de trabajo, que tiene influencia del anterior. Son proyectos de desarrollo productivo con un enfoque de prevención de violencia, que en Centroamérica es una problemática acuciante, y lo hacemos en el sector de la pesca artesanal a través de la innovación hacia la seguridad alimentaria”.

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