Sello de calidad para la medicina de Albacete

Albacete

Este año, como el anterior, estuve presente en la recepción oficial que la Facultad de Medicina de Albacete hizo a la nueva promoción que este curso inicia su andadura universitaria. Como siempre, caras muy jóvenes, cada vez más jóvenes (lo que me temo se explica más por mí que por ellos), ilusionadas y atentas a las explicaciones. Me pareció que este año la abrumadora mayoría femenina que se había vivido en las anteriores promociones no era tan exagerada. Cuando llegó mi turno para dirigirme a ellos, en mi condición de clínico intenté hacerles ver que en los próximos seis años deberán formarse no solo como atletas de la memoria, como científicos y como sanadores, sino también en esa otra faceta que siempre ha tenido tanta importancia en Medicina que es el Humanismo. Y el Humanismo implica lectura y reflexión de muchos temas que no son puramente médicos pero sin duda arman mejor tu capacidad para empatizar con los pacientes y lograr un mejor consuelo.

Este año les explicamos también que ellos son una promoción especial, privilegiada, que comienza sus estudios en una Facultad de Medicina diferente, porque acaba de ser reconocida con la excelencia que la Federación Mundial de Educación Médica sólo ha reconocido a 4 facultades en todo el país, ninguna fuera de la UCLM con tan alta calificación como la nuestra de Albacete.

El reconocimiento a nuestra Facultad es internacional, y se alcanzó el año pasado después de una revisión exhaustiva por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación en nombre de la WFME. Este sello certifica la excelencia de la metodología y la formación que se imparte, y que nuestra Facultad lo tenga significa que los alumnos que estudian en Albacete obtienen una certificación educacional que les permitirá, por ejemplo, trabajar en los Estados Unidos de Norteamérica sin necesidad de haber cursado los estudios en una universidad norteamericana. El sello también faculta a nuestros estudiantes para realizar una especialidad médica en Canadá, Australia, Nueva Zelanda y la inmensa mayoría de los países europeos. Se trata sin duda de un éxito inmenso de una facultad pequeña situada en una ciudad pequeña, pero que desde hace ya muchos años es motivo de orgullo para los albaceteños. No sé si todos los ciudadanos de Albacete, de su provincia y otras colindantes son plenamente conscientes de la gran suerte que, en tiempos de carestía de personal médico, es tener una institución como esta en la ciudad, y además de la calidad y categoría que atesora. Personalmente además estoy convencido de que sólo la Facultad de Medicina será capaz de salvar nuestro hospital en los difíciles años que se avecinan para el Centro. Pero por qué y de qué hay que salvar nuestro centro hospitalario, ya se lo contaré a ustedes más adelante.

Hasta entonces, disfruten de este todavía soleado fin de semana otoñal.