Sotos
La firma de opinión del crítico cultural Juan Ángel Fernández

Juan Angel Fernandez

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'Sotos', la firma de opinión de Juan Ángel Fernández
Albacete
La conmemoración del 20 aniversario de la recuperación del Teatro Circo de Albacete estos días ha tenido una culminación soberbia: una exposición fotográfica asombrosa en el pasillo circular interior del patio de butacas realizada por la única persona que podría estampar con tanta brillantez ése singular trabajo: el magnífico fotógrafo experimentado en numerosas muestras alternativas de la ciudad Juan Antonio Sotos. Me explico: Reconozcamos por delante la suerte del director del teatro, Ricardo Beléndez, de contar entre su equipo de batalla diaria en los montajes de cada espectáculo con un encomiable equipo de operadores dirigido por su jefe técnico... si, efectivamente Juan Antonio Sotos. De ahí que mencionemos al artífice de la exposición como el único personaje que podría realizar ése doble trabajo al compartir a partes iguales la misma persona ambos ministerios: Conocimiento del medio y Destreza fotográfica.
Sotos se movió durante meses como una traviesa ardilla entre hierros y borlas colgantes, móviles, a veces hilachos de telarañas que descubrían acertijos insospechados... Como una aventura mesiánica donde de pronto surgía la bóveda definitiva en las alturas y aparecía la inquietante inscripción “Sólo Ala es vencedor” sostenida por unas insólitas columnas en hierro, en arabescos copiados de la mismísima Alhambra de Granada. Nuestro hombre colocaba el trípode en una peripecia colgada y sujetaba el complicado objetivo de sus sueños apoyando su codo en una escasa barandilla salvadora apretando el disparador con el pulgar varias veces para así asegurar el enfoque correcto. Una virguería. Claro que Sotos podría vivir en las alturas del teatro sin ser visto durante años. La caja escénica de nueva planta con peine superior y galerías perimetrales es donde organizaría sus turnos de trabajo...: “Mañana con Joglars fulanico y menganicos... el viernes, que viene Rafael Álvarez el Brujo,: Zutanicos...”
Hay muchas fotos que llaman la atención independientemente de su calidad y exuberancia. La llaman porque conforman la verdadera identidad interior del teatro. Por ejemplo una vista recóndita, posterior, desde donde se asoma el escenario como si la obra representada sólo la pudieses ver tu mismo en la soledad más inquietante. O el foso de la orquesta visto desde las catacumbas del coliseo. En ése gran rincón bajo las sombras puede vivir una sinfónica. Me cuenta Sotos: “mira el detalle de la biela de fundición de las cerchas que cubren la sala... son de tipo Polonceau”, a lo que le contesto: “me lo imaginaba”, a sabiendas de que no he entendido nada de su farol. En una de las columnas blancas restauradas el artista ha clavado el objetivo de su Canon reflex sobre la inscripción del fabricante del pilar y lo más increíble: la fecha de su ejecución...1887, el año del nacimiento del prodigio.
Estos días el Teatro Circo cumple el veinte aniversario de su restauración; 20 años desde aquella representación fantástica de Fuenteovejuna a cargo del Ballet Nacional de España a lleno absoluto hasta la cúpula. Aquella noche Albacete y el país fueron todos a una... No se pierdan ahora la brillante muestra de Juan Antonio Sotos: él también acaba de recomponer su historia.




