La Junta blinda los presupuestos de 2023 frente a la crisis económica

Toledo

El Consejero de Hacienda ha entregado al presidente de las Cortes el proyecto de ley de Presupuestos Generales de Castilla-La Mancha para 2023. Unas cuentas que ascienden a 12.431,6 millones de euros, lo que supone un 1,3% mas, 158 millones, y que aumenta un 51% respecto a 2015, primer presupuesto del actual Gobierno. Según ha explicado Juan Alfonso Ruíz Molina está construido bajo tres premisas: la reducción del 70% del endeudamiento, la seguridad de que los vaivenes económicos no pondrán en riesgo su ejecución y con el cumplimiento de compromisos.

El Gobierno se marca como prioridades promover la actividad económica, proteger a las familias y los más vulnerables, reforzar los servicios públicos, impulsar la transformación ecológica y digital y hacer frente al reto demográfico.

Por partidas, la más destacada es la del SESCAM, 3.554,5 millones de euros. No crece porque se consolida el gasto Covid que el próximo año se dedicará al refuerzo de la atención y las nuevas infraestructuras. Le sigue en cuantía Educación, 2.344 millones de euros, un 3,8% más; o agricultura, 1.334 millones de euros, un 0,4% más. Aunque las que más aumentan respecto a 2022 son Fomento, un 45%; Sanidad, un 16% y Economía, un 6,7% y casi 500 millones de euros.

El "Estado del Bienestar" se lleva, por tanto, 7 de cada 10 euros: 6.869 millones de euros, 110 millones más. Las políticas activas frente a la despoblación se llevan 1.714,5 millones de euros de forma transversal.

El capítulo de recursos humanos es abultado: 3.969 millones de euros, lo que permitirá aumentar plantillas, mejorar sus condiciones y hacer frente al incremento salarial del 3,5% para 2023.

Los presupuestos cuentan con 918 millones de euros procedentes de los fondos Next Generation y 8.825 millones de euros de ingresos corrientes entre los que están los impuestos directos e indirectos, que aumentan más de un 20%, las tasas y las transferencias corrientes.

En este sentido, están contempladas las nuevas deducciones en el IRPF para compensar los efectos de la inflación y reactivar la economía. Sumadas a las ya existentes, alcanzan los 434 millones de euros.

A juicio del titular de Hacienda, las cuentas presentadas que estarán en vigor el próximo 1 de enero, persiguen mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, con rigurosidad financiera, y desde la estabilidad institucional.