Ruta al techo de Cuenca para descubrir las amplias vistas desde La Mogorrita

Cuenca

En el espacio Nos vamos de excursión que coordina Fernando Carreras y que emitimos los viernes en Hoy por Hoy Cuenca, esta semana subimos al punto más alto de la provincia de Cuenca, el pico de la Mogorrita con 1.865 metros de altitud.

FERNANDO CARRERAS. Para llegar, salimos de Cuenca hacia la Serranía por la carretera a Villlalba de la Sierra, seguimos a Uña, continuamos carretera a Tragacete pero nos desviamos a mano derecha en dirección Teruel, por el puerto del Cubillo.

Al tomar este desvío vemos que continúa una carretera de montaña que asciende dejándonos unas impresionantes vistas de la Serranía. Tras varias subidas, llegamos al puerto de el Cubillo, donde vamos a ver a la derecha un edifico grande que es la antigua casa de los agentes forestales del ICONA. Ahí tenemos que ir atentos porque a la izquierda, en la montaña, vemos que sale una pista de tierra.

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Podemos dejar aquí nuestro vehículo o, si vemos que no ha llovido mucho o incluso no hay una capa de nieve, seguir unos metros la pista hasta que veamos una zona amplia en mitad del pinar donde no encontraremos ningún pino. Desde ahí tendremos que ir andando.

Este lugar es, ni más ni menos, que la antigua pista de esquí de la Mogorrita que funcionó durante los años 70 y 80 y en la que llegó a haber hasta dos telesquíes movidos por viejos motores Land Rover y unas llantas por las que pasaban los cables que te subían a la parte alta de la Mogorrita. La pista tenía 500 m de longitud, 50 m de ancho y un desnivel de 120 m. A día de hoy no quedan restos de estos elementos, pero si vemos bien la pista totalmente despejada de vegetación.

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En este punto podemos dejar el vehículo y procederemos a ascender hasta los 1.865 m. Aunque puede parecer gran altitud, hemos avanzado un gran tramo con el vehículo y aunque el desnivel es elevado, es un tramo corto hasta la cima.

Una vez en el pico tenemos unas impresionantes vistas de la Serranía de Cuenca que nos permiten ver un mar de pinos de color verde, con los tonos claros entremezclados de las calizas y las hoces y barrancos que forman los ríos Júcar y Tajo.

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Una vez nos hayamos deleitado con las impresionantes vistas, en días despejados se puede llegar a ver hasta Madrid, volvemos a bajar por la misma pista hasta la zona donde está el vehículo.

Lo único complicado de la ruta es el desnivel ya que la pista se encuentra bien marcada y pisada y en total desde la parte baja donde nos deja el vehículo hasta arriba y bajada son solo unos cuatro kilómetros.

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