Rubén Martínez, presidente de Rujamar: “La sostenibilidad debe primar ante la rentabilidad”

Cuenca

“Me levanto todos los días a las cinco y cuarto de la mañana y me voy con mi profesora de inglés walking and talking para perfeccionar el idioma, a las siete tengo clase de personal training, a las ocho llego a casa, me ducho, desayuno con mis hijos y los llevo al cole, y a las nueve me voy a trabajar”. Así de activo comienza cada mañana su jornada Rubén Martínez, presidente ejecutivo del Grupo Avícola Rujamar, una empresa surgida en 1984 con la granja de 30.000 gallinas ponedoras que creó su padre en San Lorenzo de la Parrilla (Cuenca). Ahora la compañía tiene dos millones de gallinas, doscientos trabajadores y factura 50 millones de euros al año. “Cuando me pregunta la gente que cómo lo hago, la respuesta es sencilla: amo lo que hago, me lo paso bien, me da tiempo a echarme unas cervezas con mis amigos”, dice. “Si te organizas te da tiempo a todo”.

Antes de adentrarse en el mundo empresarial, Rubén Martínez era profesor de Educación Física, es licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en la Universidad de Castilla-La Mancha. Al avanzar su implicación en la empresa familiar continuó su formación con un máster en Dirección de Empresas por la Universidad de Nebrija y otro de Prevención de Riesgos Laborales y Psicología Aplicada en la Cerem Business School.

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Apoyar a la familia

En 2002 la tragedia asoló a la familia de Rubén Martínez cuando él tenía 22 años. La muerte en accidente de tráfico de su hermano Jacob de 18 marcaría su devenir profesional. “Dejé mis estudios y mi carrera profesional para venirme a mi casa, que es de lo que más orgulloso estoy de mi vida, haber estado con mi madre, con mi padre, con mis hermanas, porque hacía mucha falta en casa”, recuerda.

En ese momento, la granja familiar tenía solo a un empleado y facturaba 40.000 euros. “Mi padre tenía entonces el sueño de crear su propia fábrica de piensos”, relata Martínez. “Ahora, con mis conocimientos sé que aquello era un despropósito, pero lo hicimos. El problema llegó con la muerte repentina de mi padre a finales de 2004.

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Solo ante el peligro

“En ese momento me vi solo con una carga hipotecaria que yo nunca había tenido, con una deuda que no sabía ni cómo afrontar, pero no sé si fueron ellos o mi ímpetu en salir adelante, el caso es que seguí, con un único empleado hasta 2007, con el único afán de que, saneada la empresa, mi mujer que es enfermera y yo profesor, pudiéramos volver a nuestras profesiones respectivas”.

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Así es el sincero relato de este conquense que, llegado a ese punto, después de hacer kilómetros y kilómetros repartiendo huevos con la furgoneta, un buen día decidió hacerse empresario con todas las letras. “Eran los años 2008 y 2009, iba a las reuniones de la Asociación de Avicultores de Castilla-La Mancha, Avicam, llegaba con mi furgoneta y veía los mercedes y bemeuves de los otros empresarios. Aquello empezó a despertar en mí el por qué no podía estar en ese círculo de grandes empresarios de Castilla-La Mancha”, recuerda Martínez.

Decidido a seguir a delante con la empresa, olvidado aquello de volver a la docencia, Rubén Martínez se pone como objetivo alcanzar el millón de gallinas. “Empezamos a crecer en San Lorenzo de la Parrilla, alquilamos unas instalaciones en Saelices, y en 2018 nos posicionamos con un millón de gallinas, en menos de diez años, liderando el mercado castellano manchego”. Actualmente Rujamar tiene instalaciones también en la localidad conquense de Honrubia, en Canarias y en Mondéjar (Guadalajara).

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Adiós a las jaulas

Rubén Martínez se define como empecinado y su siguiente reto fue el bienestar animal. “Estuve viajando durante dos años, Europa, Estados Unidos, Japón, China,… Apenas si dormiría en mi casa cincuenta noches en esos años”, dice, “me di cuenta de que nosotros teníamos que cuidar a nuestros animales y que no vale solo con generar riqueza en tu empresa, el medio por el que lo generas, hoy denominado sostenibilidad, es importante y vi que se podía crecer en la avicultura de puesta de manera distinta. Cualquier ganadero, le hablas de bienestar animal y dice que lo hace si se lo exige el supermercado. Rujamar tiene la creencia absoluta de que el bienestar animal está por encima de la rentabilidad de tu compañía”.

Premio de la Cecam

Rubén Martínez ha sido reconocido este 2022 por la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha (Cecam) como empresario del año por la provincia de Cuenca, galardón que recibirá en la gala que conmemora el 40 aniversario de esta organización y que se celebra el 26 de octubre en el Teatro de Rojas de Toledo.