Cine y derechos humanos
La firma de opinión de Évelin R. Molano, activista, portavoz de Amnistía Internacional en Albacete y miembro de distintas organizaciones, fundaciones y colectivos

Évelin R. Molano, colaboradora de Radio Albacete / Radio Albacete

Albacete
El cine es una fantástica herramienta al servicio de los Derechos Humanos. El cine siempre se ha hecho eco, desde sus inicios, de las injusticias que atentan contra la dignidad de las personas. Los ciclos de cine tienen eco en múltiples organizaciones y colectivos donde a través de la pantalla no solo se pretende la denuncia sino la sensibilización, abrir los ojos a otras realidades. Es en parte utilizar el canal del entretenimiento para algo más.
Recientemente el Festival de Cine Independiente de Albacete, ABYCINE, uno de los más importantes a nivel nacional, que apoya y promociona el talento independiente, ha cumplido 24 años de vida y recorrido, y es en ese marco, y con su apoyo, donde hace 11 años nació el Concurso de Ayuda a la Producción de un Cortometraje sobre los Derechos Humanos de Amnistía Internacional.
Cada año las bases se centran en temas de especial interés como la libertad de expresión y reunión, la no discriminación de género, racial e interseccional, el derecho a la salud, vivienda y seguridad social, o la justicia climática.
El cine sigue demostrando ser un espacio reivindicativo para organizaciones como Amnistía Internacional que siempre han organizado ciclos y mesas redondas, y que forma parte de Festivales como el de San Sebastián, el Festival Internacional de Cine Documental de Barcelona, o el Festival de Cine y Derechos Humanos de Valencia – Human Fest-, entre otros.
En el caso de Albacete, el ganador de cada edición nos ha permitido hablar de los Derechos Humanos desde perspectivas muy distintas:
“STOP” (2012) de Sergio Barrejón: Racismo y controles de identidad en España.
“LA PRIMAVERA ROSA” (2012) de Mario de la Torre: Derechos colectivo LGTBIQ+ en el contexto de la primavera árabe.
“50 RUPEES ONLY” (2015) de Nagore Eceiza: Mujer, tradición y derechos humanos en la India.
“TRIBUS DE LA INQUISICIÓN” (2016) de Mabel Lozano: Linchamientos en el siglo XXI en Bolivia.
“UNO” (2017) de Javier Marco: Crisis humanitaria. Muertes en el mediterráneo.
“MAKUN” (2018) de Emilio Martí: Centros de internamiento para extranjeros en España.
“YALLA” (2019) de Carlo D’úrsi: Drones militares, derechos infancia. Palestina.
“LA PRIMA COSA” (2020) de Omar Razzak y Shira Ukravizit: Identidades liquidas y refugio. Siria
“SEMILLAS DE KIVÚ” (2021) Néstor López y Carlos Valle: Violencia sexual contra las mujeres en el Congo.
“CAFUNÉ” (2022) de Lorena Ares y Carlos F. de Vigo: Inmigración y voluntariado.
Todos han cosechado, y siguen recibiendo, importantes premios y reconocimientos nacionales e internacionales, y más de un centenar de selecciones en festivales de todo el mundo. Entre ellos, la nominación de “Tribus de la Inquisición” a Mejor Cortometraje Documental en los Premios Goya 2018, la preselección de “UNO” para los Premios Oscar 2019 y “YALLA” como ganador a Mejor Cortometraje Premios Forqué 2020, y finalista de los Premios Goya 2021.
Más de 150 proyectos recibidos, 10 ganadores, 11 ediciones, 11 años de trabajo e ilusión. El liderazgo de Albacete en un concurso de este nivel, en el marco de un Festival que también lidera nuestra ciudad, premiando proyectos, ideas, guiones, historias reales… permite visibilizar la situación de los Derechos Humanos desde tantas perspectivas, en tantos lugares y con tan diferentes visiones, que son una denuncia pero a la vez un regalo para el espectador.
Recientemente la película 'EN LOS MÁRGENES' de Juan Diego Botto ha reabierto, oportunamente, el debate sobre la vivienda y los desahucios, esa realidad que no se quiere ver desde los barrios de cualquier ciudad española. El film explora el efecto que una situación de estrés económico tiene sobre las relaciones personales y cómo el afecto y la solidaridad pueden ser un motor para salir adelante.
El cine, como plataforma, a veces dura y en la que mucha veces solo queremos cerrar los ojos porque sentimos que poco podemos hacer, también abre puertas de esperanza, de apoyo, también nos permite ver y valorar el mundo de otra manera. Agradecer lo simple, como poder dormir tranquila, sin olvidar que otras y otros no lo pueden hacer.

Évelin R. Molano
Colombiana, hija adoptiva de Albacete desde hace 18 años, Licenciada en Ciencias Políticas, MBA Executive...




