Discordia entre los vecinos con calefacción central

Toledo

El frío va llegando poco a poco y los edificios de viviendas con caldera comunitaria se encuentran frente a un problema: el encendido de la calefacción. Todavía faltan semanas para los días duros del invierno, pero la preocupación es muy alta en las comunidades vecinales.

Si la calefacción siempre ha sido un elemento de discordia, todo hace indicar que este otoño-invierno el conflicto puede encrudecerse en muchas comunidades. En Toledo capital destacan los barrios de Santa Bárbara y del Polígono Santa María de Benquerencia como los que más edificios tienen calefacción central.

El brete reside en una circunstancia que nos quedaba muy lejos en lo territorial, con Ucrania y Rusia, pero que las consecuencias de su conflicto bélico están ocupando nuestras juntas de vecinos: el alto precio de la energía. El dilema está entre los que pueden y quieren pagar sin problema, y los que no.

El nuevo plan del Gobierno para ahorrar en las facturas energéticas de los hogares permitirá que las comunidades de vecinos con calefacciones comunitarias puedan acogerse a la Tarifa de Último Recurso del gas natural (TUR), más económica, pero hasta ahora limitada a clientes individuales. La intención del Ejecutivo es que dicha iniciativa reduzca la factura de estas familias un 50 %. Pese a esto, el recelo de muchos vecinos no se disipa.

En esos conflictos vecinales entra en juego el papel del administrador de fincas. Ellos son los que suelen mediar en las decisiones que crean más disputas entre los moradores. Con la crisis energética en lo que más están trabajando es en este problema. "Llevamos trabajando en esto desde el mes de agosto, cuando la previsión de los precios era ya desorbitada", explicaba Eva Romero, administradora de fincas en Marcal Toledo.

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"Se tiene que velar por el interés general de los propietarios", exponía en 'Hoy por Hoy Toledo'. Porque "cada uno tiene sus hábitos y sus horarios" y es complicado llegar a un punto de encuentro. En este año, las dos medidas que más se han repetido en los edificios con calefacción central para llegar a ese entendimiento es el de "minorar el número de horas" y "encenderla después, casi 15 días más tarde de lo que se suele hacer".

Pese a esta difícil situación, esta administradora está encontrándose con comunidades "muy solidarias" en Toledo. "A los vecinos que no pueden hacer pago de la cuota, es la comunidad la que adelanta ese dinero".

Revisar nuestra caldera: clave para ahorrar

"Es ley de Murphy, se rompe siempre cuando más lo necesitamos", decía Félix López, de la empresa Ferrosat. En su empresa se dedican a la reparación y el óptimo mantenimiento de las calderas. Por eso, lo que recomienda es que las revisiones se hagan una vez al año -aunque la normativa marca que es obligatorio hacerlo de forma bianual-. Hacer las revisiones anualmente es lo ideal "para evitar riesgos y peligros como fugas, y ver que la combustión es correcta". Porque con una combustión correcta, podremos ahorrar porque consumirá "lo que necesitemos, ni más, ni menos", explicaba Félix.

Es indiferente el mes en el que se revise. De hecho, desde esta empresa recomiendan que no apuremos al mes de octubre o de noviembre porque crean un 'overbooking' que hace que los profesionales no lleguen a todos los hogares cuando se necesita. "Es muy complicado para nosotros elegir entre arreglarle la caldera antes a una persona mayor o a una familia con niños pequeños", contaba.

Este año se está encontrando con más familias que "deciden no poner la calefacción por no poder hacer frente al gasto". Por eso, incluso han llegado a hacer descuentos de algunas piezas a estas familias más apuradas económicas para que "no se haga tan cuesta arriba".