Más pobres, más enfermos
El lugar de residencia, el género o el nivel formativo condicionan nuestra salud en un 73% según un estudio
Toledo
La salud y la enfermedad dependen en un 73% de factores socioeconómicos. Sólo un 27% depende de factores biológicos. Dentro de esos factores no fisiológicos, el 43% corresponde a los estilos de vida, el 11% del sistema sanitario y el 19 de las condiciones medioambientales. Así, las personas con menos acceso a la educación, una ocupación laboral más baja o menores ingresos suelen padecer más problemas de salud y son proclives a fallecer en edades más tempranas. Lo dice un estudio del Hospital Clinic de Barcelona y la Fundación BBVA.
La farmacéutica MSD y la Fundación Gaspar Pascal han organizado una jornada en Toledo para reflexionar sobre la apuesta de las políticas públicas encaminadas a reducir esas desigualdades.
Las mujeres viven más años pero acarrean más enfermedades a lo largo de su vida. De igual modo, la esperanza de vida es más alta en comunidades con mas renta per cápita. La despoblación es otro factor por la falta de profesionales en zonas rurales y el difícil acceso a pruebas preventivas. El estrato social determina que las rentas bajas llegan a vivir entre 3 y 4 años menos, son diagnosticados más tardíamente y no participan en programas de cribado, como en el cáncer.
La precariedad laboral y habitacional es otro de esos factores. Hay una asociación entre el empleo precario y la mala salud mental, más pronunciada en mujeres. Incluso la brecha digital juega su papel. La pandemia ha evidenciado la importancia de salvar las diferencias tecnológicas entre los colectivos sociales.
Durante las mesas redondas se ha coincidido en la necesidad de actuar mediante políticas efectivas encaminadas a reducir las inequidades, aumentar el registro de datos y fomentar el abordaje multisectorial que permitan poner en marcha programas de formación y concienciación ciudadana.
Cristina López Huerta
Licenciada en Comunicación Audiovisual por la...