Opinión

¿El fin de la enfermedad del sueño?

La firma de opinión del catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Castilla-La Mancha, Jorge Laborda

Jorge Laborda

¿El fin de la enfermedad del sueño?

Albacete

Frente a tanto desastre que parece amenazar al mundo, frente a tanta locura destructiva y dominadora de unos pocos frente a una mayoría de seres indefensos, de lo que da buen ejemplo la guerra en Ucrania, de vez en cuando surgen noticias que evidencian que al menos unos escasos ejemplares pertenecientes a la especie humana son merecedores de esos calificativos: humano y ejemplar.

El pasado martes 29 de noviembre apareció una de esas esperanzadoras noticias. Se trata de la publicación de los resultados de un ensayo clínico acerca de un nuevo fármaco para el tratamiento de la conocida como la enfermedad del sueño. Esta enfermedad está causada por un parasito de la familia de los tripanosomas que es transmitido por la picadura de la mosca Tse-tsé. La enfermedad es endémica en el África subsahariana, a pesar de los esfuerzos realizados para controlarla, y amenaza a millones de personas. Tal es la gravedad del problema, que se ha considerado incluso modificar genéticamente a la mosca Tse-tsé para evitar que actúe como transmisora del parásito causante de esta enfermedad, lo que supondría una enorme tarea.

Afortunadamente, en 2003 se puso en marcha la iniciativa Fármacos Contra las Enfermedades Olvidadas. Como su nombre sugiere, esta iniciativa persigue conseguir fármacos eficaces contra enfermedades que, debido, en general, a su escasa rentabilidad, han sido olvidadas por las compañías farmacéuticas. Es duro hablar de la rentabilidad de las enfermedades, pero así hemos permitido que sean las cosas. Una de estas enfermedades olvidadas es la enfermedad del sueño.

Esta enfermedad carecía de tratamiento eficaz y los existentes eran, además, difíciles de administrar, requerían hospitalización, y el seguimiento de los enfermos era igualmente muy dificultoso e inconveniente para los pacientes. Hace unos años, la iniciativa Fármacos Contra las Enfermedades Olvidadas, en colaboración con la empresa farmacéutica Sanofi, consiguió desarrollar un nuevo medicamento. Los estudios realizados con este en diez hospitales de Guinea y de la República Democrática del Congo, publicados en la prestigiosa revista médica The Lancet, revelan que una única dosis de este fármaco es capaz de curar al 95% de los pacientes, incluso cuando estos sufren de la enfermedad en el estadio más avanzado. Los pacientes de esta enfermedad en un estadio menos avanzado sanan en su totalidad.

Los resultados de estos estudios son tan esperanzadores que la Organización Mundial de la Salud cree posible erradicar la enfermedad del sueño por completo de aquí al año 2030, deteniendo su transmisión con la ayuda de este nuevo fármaco. De conseguirse este sueño, que tiene visos de realidad, la Humanidad habrá alcanzado otro impresionante logro gracias a la ciencia y al trabajo y dedicación de unos cuantos científicos. Termino con la reflexión de que no sé si la ciencia ayuda o no a mantener la fe en Dios, pero sin duda ayuda a mantener la fe en la Humanidad, que buena falta hace.