Ciudades por la vida, contra la pena de muerte

Albacete

La Jornada Mundial “Ciudades por la vida” es una iniciativa internacional emprendida por la Comunidad de Sant’Egidio, con el apoyo de la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte, a la que pertenece Amnistía Internacional, junto con alrededor de 60 organizaciones, colegios de abogados, sindicatos, autoridades locales y regionales de todo el mundo. El 30 de noviembre se conmemora el aniversario de la primera abolición de la pena de muerte en el mundo, que llevó a cabo el Gran Ducado de Toscana en 1786.

El pasado 30 noviembre de este año, Albacete se unió al listado de ciudades por la Vida / Contra la pena de muerte, en medio de las luces navideñas, su música y una batucada, activistas con chalecos amarillos se confundían con las personas que daban un paseo por la ciudad, y que en parte confundidas se acercaron, algunas no entendían un lema contra la pena de muerte desde un país donde esta abolida, otras comentaban frívolamente que “sí a alguno nos pasará algo muy grave o a nuestras familias, seguro pensaríamos distinto”, otras simplemente se detuvieron en silencio, escucharon el manifiesto y encendieron una vela.

No hay justicia si no hay vida, y a pesar de que la pena de muerte está en decadencia, la realidad es que no podemos bajar la guardia. Aún hoy en día, varios países desafían la tendencia mundial y recurren a este castigo cruel, inhumano y degradante. Países como China, Irán, Arabia Saudí, Irak y Egipto continúan liderando esta terrorífica lista.

En 108 países, la mayoría de los países del mundo, se ha abolido la pena capital en la ley para todos los delitos, y 144 países la han abolido en la ley o en la práctica, siendo lamentable que en 55 países aún se conserva la pena de muerte.

Pero, frente a quien quiere mantenerla, e incluso a quien quiere introducirla nuevamente, es necesario mantener vivo el compromiso que en los últimos años ha permitido hacer importantes avances en este camino hacia la abolición de la pena capital.

Se hace fundamental reforzar el mensaje y no perderlo de vista, oponernos a la pena de muerte en todos los casos: sin excepción, con independencia de la naturaleza y de las circunstancias del delito, de la culpabilidad, inocencia u otras características de la persona y, por supuesto, del método empleado por el Estado para llevar a cabo la ejecución.

La pena de muerte viola el derecho a la vida, proclamado en la Declaración Universal de Derechos Humanos. Que la sociedad de Albacete se sume, y que sus instituciones se comprometan para exigir a los gobiernos de todo el mundo que den los pasos necesarios para la suspensión total de las ejecuciones y la abolición universal de la pena de muerte, nos habla de esperanza, de una ciudad sensible y comprometida más allá de sus propias circunstancias.

Podremos sentir emoción y orgullo cuando veamos iluminado de rojo, contra la pena de muerte, el Ayuntamiento de Albacete o el Museo de la Cuchillería. Recordaremos que ahora que el mundo está sufriendo el impacto de la guerra en Ucrania, queremos continuar apostando por una sociedad que defienda los derechos humanos y la vida de toda persona, sin renunciar por ello a la justicia.

“Luchar contra la pena capital es luchar por un mundo más pacífico y más humano, lanza un potente mensaje contra todas las violencias que buscan una legitimación, es una respuesta a todas las muertes violentas y restituye la voz de las víctimas”.