Se investiga si el nuevo foco de viruela ovina de Cuenca surgió de un camión mal desinfectado
El delegado de Agricultura, Joaquín Cuadrado, ha explicado que se está aplicando el reglamento de la Unión Europea para evitar la propagación
Cuenca
El próximo viernes, nueve de diciembre, comenzará el sacrificio de los animales afectados por dos nuevos focos de viruela ovina y caprina detectados en La Alberca de Záncara, con 1.500 cabezas, y Tébar, con más de 800, de producción de leche.
Una vez que se detecta este virus hay que aplicar el reglamento de la Unión Europea. Este establece en primer lugar el sacrificio de todos los animales de la explotación, después se realizan desinfecciones en profundidad a los siete días, catorce y al mes. Luego hay que dejar la instalación un mes vacía hasta que puedan volver los animales.
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El delegado de Agricultura en Cuenca, Joaquín Cuadrado, ha explicado que se está analizando el origen de estos focos porque la enfermedad se manifiesta a los ocho o diez días en el animal por lo que "parece poco probable que el contagio provenga de las instalaciones de Villaescusa de Haro donde se detectó a finales de septiembre". Asegura que el contagio se ha podido producir "por movimientos de ganados no comunicados o por un camión que haya llegado a la explotación sin estar bien desinfectado".
Con estos son ya diez los focos de viruela ovina y caprina detectados este otoño en la provincia de Cuenca, el resto se localizaron en Villaescusa de Haro donde ha sido necesario sacrificar más de 27.000 animales. La consejería de Agricultura ha adoptado todas las medidas contempladas en el reglamento: la inmovilización del ganado, el establecimiento de una zona de protección de tres kilómetros a la redonda y la vigilancia exhaustiva sobre las 24 explotaciones situadas a menos de 10 kilómetros. Cuadrado reconoce que comparte la preocupación con los ganaderos de la provincia, aunque espera que con las medidas tomadas, el virus se quede ahí y no aparezca en otras explotaciones ganaderas.