El 'metaverso' verde

Toledo

Se acerca un año electoral y ya hemos empezado con eso que a mi me gusta llamar la política-ficción. Son meses en los que pasan siempre las mismas cosas: todo es susceptible de ser inaugurado (rotondas, semáforos, pasos de cebra, supermercados) todos los actos públicos tienen algún político por allí pululando (concejales, alcaldes, presidentes, ministros) y se presentan o prometen decenas de proyectos, ideas y mejoras que todos sabemos, los primeros los que los prometen, que no se harán realidad. Muchas no se harán realidad nunca, otras tardarán mucho más de lo que se dice en realizarse. No es nuevo, pasa siempre. Pero esta precampaña de la política-ficción toledana se ha adaptado a los nuevos tiempos y añade el metaverso.

Un metaverso verde , en este caso, porque nos presenta un catálogo de árboles inexistentes en diversas zonas del casco histórico. Me encanta el proyecto, de verdad. Un fotomontaje de árboles para hacer la ciudad más bella, más adaptada al cambio climático y sobre todo más paseable para toledanos y turistas. Me gusta tanto, la idea, que debería ser exportable a todos los barrios de la ciudad, donde de árboles tampoco andamos sobrados. El problema es que en muchos de estos barrios, con grandes zonas de nueva construcción con sus centenares de viviendas nuevas, nadie ha pensado en dejar el espacio necesario para plantar árboles en las calles; las aceras son tan pequeñas que en algunos casos que no cabemos ni tres peatones cruzándonos. Así que va ser difícil, más allá de la foto-ficción hacer realidad ese catálogo tan verde.

Quizá dentro de unos años, a las nuevas generaciones, esto les dé igual. Se pondrán sus gafas de realidad virtual y unos verán árboles, otros verán zombis y otros verán pokemon, que sé yo. O quizá dentro de unos años sea imposible pasear por nuestras calles, por aquello del calentamiento global que otros tantos niegan. De momento sin fotomontajes ni gafas de realidad virtual queda mucho trabajo por hacer para ver esta ciudad con los árboles que debería tener en sus calles. Es una tremenda injusticia porque ellos , los árboles, piden muy poco comparado con todo lo que dan, justo lo contrario que nosotros ,los humanos, que no dejamos de pedir y de dar, mejor no hablamos. Es una opinión de una Toledana de Toda la Vida