La sarna: una enfermedad muy molesta pero no peligrosa y con tratamiento

Cuenca

En la Escuela de Salud de SER Cuenca, espacio de radio que coordina Beatriz Hernández y que se emite los miércoles cada quince días en Hoy por Hoy Cuenca, abordamos esta vez el problema de la sarna o escabiosis, una enfermedad que muchas veces asociamos al pasado o a los animales, pero que sigue presente y con un aumento de la incidencia en los últimos tiempos. Lo hemos explicado charlando con Begoña Montoya Chafé, diplomada en Enfermería por la Universidad de Castilla-La Mancha, técnico de epidemiología desde hace diez años en el Servicio de Salud Pública de la Consejería de Sanidad en Cuenca.

¿Qué es la sarna?

Es una afección de la piel causada por un ácaro cuya penetración en la piel se advierte en forma de vesículas, de pápulas o de surcos lineales diminutos en los que se hospedan los ácaros y los huevos que ponen. Es una parasitosis de la piel.

Sarna en humanos y en animales

La sarna tiene como agente biológico el ácaro sarcoptes scabiei. Dentro esta especia hay subespecies que afectan a diversos animales. No es el mismo patógeno el que afecta al gato que el que afecta al perro o al humano. Es fácil que entre organismos de la misma especia hay un contagio muy frecuente y rápido pero es muy difícil que el ácaro que está adaptado a un hospedador que es un animal pueda causar la enfermedad en el humano.

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Aumento en el número de casos

La sarna no es una enfermedad de declaración obligatoria, por lo tanto no hay un registro oficial del número de caso. Sí que es verdad que todos los profesionales, tanto en Atención Primaria como en Dermatología están documentando un aumento de casos, algunos de ellos relacionados con los confinamientos de la pandemia del covid. Al ser una enfermedad muy contagiosa, el estar en ambientes muy cerrados, ha promovido el número de casos.

Mecanismos de transmisión

El mecanismo de trasmisión es básicamente por contacto directo con una persona infestada con el parásito. También es frecuente por las relaciones sexuales. La sarna no es una enfermedad muy frecuente. Hay casos, se están documentando más, pero no es para alertarse.

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Contagiosidad

La sarna es muy contagiosa. Está demostrado que los ácaros tardan poco más de dos minutos en penetrar en la piel de un humano desde otra persona. El calor y el olor de la piel atraen a la hembra hacia la piel que penetra haciendo unos surcos o túneles en las capas más profundas de la piel donde deposita sus huevos que eclosionarán y las larvas suben otras vez a las superficie de la piel y a otro ser humano que esté en contacto con él.

Periodo de incubación

Es largo, sobre todo cuando no ha habido una exposición previa con el ácaro puede tardar entre dos y seis semanas desde que se produce la exposición hasta que empiece a experimentar los síntomas. Esto no es así en personas que previamente han estado en contacto con el ácaro. En ese caso es muy rápido, en tres o cuatro días puede desarrollar síntomas.

Síntomas

El síntoma principal es un picor intenso que se acentúa por la noche incluso hasta impedir el descanso de la gente que lo sufre. Las zonas donde más se ven las lesiones en los pliegues de los dedos de manos y pies, en la cara anterior de la muñeca, en los codos, axilas, cintura. Los ácaros se sienten atraídos por el calor y buscarán esas zonas que la ropa nos marca más el cuerpo. También en los genitales exteriores de los hombres, en los pezones y en la parte baja de los glúteos.

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Diagnóstico

El diagnóstico es fácil. Con un simple examen visual se pueden detectar las lesiones típicas de la sarna. Si las lesiones no son tan evidentes se puede hacer una dermatoscopia o pruebas PCR.

Tratamiento

Es sencillo. Existe la permetrina al 5% por vía tópica. Es una crema que se aplica en todo el cuerpo para dejarla actuar entre ocho y doce horas. Recomendable por la noche y ducharse por la mañana. Ese es el primer ciclo. Si no fuera suficiente, se aplicaría el mismo tratamiento una semana después.

Consejos

Uso de guantes, desinfección de la ropa de cama, de pijamas y ropa interior. Lavar con ciclos de alta temperatura. Si no es posible, también es eficaz meter toda la ropa que puede haber estado en contacto en bolsas cerradas y aislarlas tres días, lo que tarda en morir el ácaro.