La bodega La Niña de Cuenca participa en un proyecto de I+D para recuperar variedades autóctonas
El objetivo de Biovidman es analizar variedades autóctonas para recuperar aquellas que mejores vinos puedan ofrecer
Motilla del Palancar
La bodega La Niña de Cuenca ubicada en Ledaña y perteneciente a la DO Manchuela, está desarrollando un proyecto de I + D llamado Biovidman con el que pretenden analizar variedades autóctonas que se están perdiendo y que se van a estudiar con el objetivo de recuperar aquellas que puedan ofrecer los mejores vinos. Se han encontrado hasta 22 variedades en nuestra región que pueden marcar la diferencia con los vinos del resto del mundo, y ahora hay que investigar la viabilidad de recuperarlas para el cultivo, tal y como nos ha contado Lorenzo López, copropietario de la Niña de Cuenca.
Trabajan en este proyecto en un campo experimental en el que analizan los biotipos de las diferentes variedades encontradas para analizar cuáles pueden adaptarse a diferentes enfermedades o incluso a los cambios que está experimentando el clima. Afirma que es un proyecto a largo plazo y harán falta años para llegar a conclusiones fiables que se puedan aplicar en los cultivos, pero es necesario iniciarlo para conseguir resultados. Destaca López que pueden unirse otras bodegas porque este proyecto es patrimonio de Castilla-La Mancha y nos puede llevar a recuperar esas variedades que ya cultivaban nuestros abuelos y que son nuestra seña de identidad, está convencido de que es muy interesante.
Lorenzo López, copropietario de la bodega La Niña de Cuenca
Este proyecto va en la línea de su forma de trabajar desde la creación de la bodega en 2016, apostar por variedades como la bobal y por las cepas viejas, en algunos casos de más de 80 años, para poder ofrecer vinos diferentes y de gran calidad. Menos cantidad con mayor calidad y en este caso, además, un producto ecológico. López cree que este es el futuro si queremos lograr unos vinos que sean reconocibles y valorados en los mercados internacionales.
Es un trabajo colaborativo entre La Niña de Cuenca, Vitis Navarra y el Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla-La Mancha (IRIAF-IVICAM) y cuenta con un presupuesto de cerca de 158 mil euros.