Un respeto a los sentimientos racionales
La firma de opinión del catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la UCLM, Jorge Laborda
Un respeto a los sentimientos racionales
Albacete
Estos últimos días nos hemos visto sorprendidos por la aparición de objetos volantes no identificados sobre el continente americano. Cuando grabo estas palabras, cuatro de tales objetos han sido derribados por la fuerza aérea estadounidense. Uno de ellos, el primero destruido, sí parece haber sido identificado como un globo procedente de China, aunque no se ha revelado todavía el propósito de ese artilugio. De los otros tres, parecen desconocerse en estos momentos la procedencia y el propósito.
Lo más sorprendente de esta surrealista situación no son los “glovnis”, los globos volantes no identificados, como me ha parecido llamarlos con algo de guasa, sino las declaraciones de un alto responsable del ejército estadounidense cuando se le pregunta por su procedencia. ¿Descarta usted que se traten de objetos alienígenas? ¾le pregunta la periodista¾. No descartamos nada ¾responde el militar¾
Semejante respuesta, sin más matices, supone atribuir a la idea de que los globos han sido fabricados por alguna inteligencia extraterrestre el mismo estatus que que provengan de una inteligencia terrestre, incluso si esta pudiera ser china, o rusa. Esto me produce pena e irritación. Si todas las hipótesis son tenidas en cuenta y ninguna es descartada, como tantas veces se suele afirmar en los medios de comunicación cuando se desconoce la causa o el causante de un suceso, no todas las hipótesis son igualmente probables. Obviamente, la hipótesis de que un niño fabricó los globitos en el garaje de su casa y los hinchó a pulmón antes de que se izaran hasta estratósfera debería ser descartada sin mucha conmiseración, a pesar de que esta idea es aún más probable que la de que los globitos sean de origen extraterrestre.
El código penal español, en su artículo 524, regula que: el que, en templo, lugar destinado al culto o en ceremonias religiosas ejecutare actos de profanación en ofensa de los sentimientos religiosos legalmente tutelados será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o multa de 12 a 24 meses.
No voy a entrar en si regular las ofensas a los sentimientos es o no adecuado en una sociedad moderna, pero sí me parece discriminatorio que solo los sentimientos religiosos estén protegidos en el código penal, y no otros tipos de sentimientos, que también los hay. Somos sentimientos y tenemos seres humanos, dijo un reputado filósofo. Así que, ¿qué hay de los sentimientos racionales? ¿Qué sucede con los sentimientos de las personas que, tras trabajar durante años su formación intelectual, tras abrazar la razón, la lógica, la observación objetivable basada en la evidencia, pagando por ello un alto precio, que incluye hasta su vida eterna, se ven rodeados de absurdidades, de sinrazones, de síes son síes y de noes son noes?
Aunque creo que las personas verdaderamente racionales no son aún la mayoría, afortunadamente sí suponen una parte considerable de la sociedad, sin la cual esta, probablemente, no existiría como la conocemos. Por ello, desde aquí me permito hacer una llamada para que todos mostremos más respeto y cuidado en evitar ofender a quienes, además de otros sentimientos que puedan apreciar, también aprecian sus sentimientos racionales. Me parece lógico que así sea.