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Alta costura en pleno Campo de Calatrava: desde Moral hasta los grandes diseñadores de moda

La empresa moraleña Bados Rojo ha confeccionado trajes para reconocidas firmas de toda España

'Closet', con Maribel Uriel: Bados Rojo

'Closet', con Maribel Uriel: Bados Rojo

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Ciudad Real

La confección de prendas de alta costura es un trabajo minucioso que requiere de un talento innato reservado para unos pocos. Se trata de un oficio que ha estado a punto de extinguirse en varias ocasiones, como consecuencia de las distintas crisis que han azotado nuestro país en el presente siglo.

Un trabajo 'en la sombra' indispensable para cualquier gran marca, que necesitan de estos trabajadores para llevar sus trajes o vestidos a los desfiles de moda. "Ellos se dedican a la creación, nosotros a la fabricación. El trabajo empieza muchos atrás: con una muestra y a partir de ahí se modifican patrones" -nos cuenta en Cadena SER Sebastián Bados, de Bados Rojo. Este es uno de los pocos talleres que a nivel nacional se dedican a la fabricación de estas piezas de alta costura.

Este atelier manchego ha llegado a trabajar para grandes marcas como El Corte Inglés, firmas como Delpozo o diseñadores de la talla de Ulises Mérida, entre otros. Se empieza, eso sí, desde muy abajo. "Nosotros estuvimos dando bandazos un tiempo, luego nos llamaban esporádicamente para hacer algunas prendas [...] y ahora nos conocen y nos buscan". Un trabajo a demanda complicado y no del todo recompensado, reconoce un tanto resignado Sebastián.

En este taller, ubicado en pleno Campo de Calatrava, trabajan a día de hoy 15 personas -aunque llegaron a ser más de 30 hace algunos años. Paulina, Rosa y Sebastián son los que están al frente, y son conscientes de que se dedican a un oficio comlejo que corre el riesgo de desaparecer algún día por falta de formación. A pesar de ello, Sebas y el resto se quedan con el día a día. Y con un trabajo cuya recompensa es la confianza que despositan los grandes diseñadores del panorama nacional en ellos. De hecho, en más de una ocasión, este taller ha confeccionado prendas que luego se han ervido de distintos premios. "Es una satisfacción muy grande. Es una de las grandes recompensas de este trabajo, saber que lo hemos hecho nosotros, y que el diseñador esté contento con nosotros".

 
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