El primer premio

Albacete

Imaginar por un momento que no soy yo quien escribo.

Que no me llamo Juanma Cifuentes. Que me llamo Carlos, Jose, Javier, Luis, Ginebra, María o Maru…

Imaginar que quiero estudiar una profesión que me ilusiona pero: o no hay posibilidad de hacerlo en mi región o no me convence la “escuela” que se han inventado, de manera precipitada, en mi lugar de nacimiento.

Imaginar que con todo el esfuerzo del mundo, me desplazo a una ciudad en donde poder realizar los estudios pertinentes, con el fin de tener la mejor formación posible.

Imaginar que después de mucho tiempo decido volver a mi tierra para seguir adelante con mi proyecto de vida.

Imaginar que después de mucho esfuerzo consigo poner en pie un proyecto, presentarlo en público y obtener incluso un premio. No un premio cualquiera, si no un primer premio.

Imaginar que a pesar de ese reconocimiento, mi trabajo se deja olvidado, incluso después de sus muchos halagos y de las fotos de grupo para poner en el telediario.

Imaginar que hago un intento merecido, e incluso, incluido en las bases de aquel primer premio, para representarlo en mi ciudad y pasan de ello.

Imaginar que me esfuerzo para intentar mostrarlo en una Feria importante de mi región y que con esto tampoco acierto.

Imaginar que hago mi petate, e igual que vine, me vuelvo a ir de nuevo.

Imaginar sólo imaginar. Pensar en el formato que más os guste. Poner los protagonistas que os den más juego. Crear el estilo que más os guste para esta película que a pesar de parecer ficción es más real de lo que os cuento.

Y ahora decidir si esto es lo que queremos para el futuro de nuestros hijos y de nuestro pueblo. Se que es difícil tomar decisiones.

Se que hay muchas cuestiones a tener en cuenta en cada decisión que se toma, que se hace mucho más difícil en una gestión pública y que probablemente tomes la decisión que tomes siempre habrá una parte descontenta.

Yo sólo sé que en estos momentos no se nada y que es más fácil estar en la barrera que toreando. Pero intuyo que hay más descontento que agradecimiento. Y esto si que creo que no es correcto. Intuyo que otra formula es posible.

Intuyo que otro sistema debe ser propuesto. Intuyo que crear una sociedad más justa es factible. Sólo tenemos que ponernos a estructurarla de nuevo.

Por un trato justo, de calidad y no intervenido.

Por una coherencia social que clama desesperadamente por coger su sitio.

Porque no haya más Primeros Premios, sin méritos, sin compensaciones y sin tan siquiera un Premio.