Hay luz al final del túnel
La firma de opinión del catedrático de Historia contemporánea de la Universidad de Castilla-La Mancha, Manuel Ortiz
Hay luz al final del túnel
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Albacete
No todas las semanas vivimos con tanta intensidad acontecimientos que nos interpelan como sociedad en los que la contribución de un historiador puede resultar constructiva. Tal vez me exceda y peque de pretencioso, pero voy a hilvanar cinco cuestiones cuyas raíces se ciñen a la historia reciente que pueden tener el denominador común de la esperanza.
1. Se acaban de cumplir veinte años de la errónea decisión de participar en la guerra de Irak de la mano del gigante norteamericano. Ya saben, la famosa “foto de las Azores”. Los dos compañeros de viaje, Bush y Blair pidieron disculpas y reconocieron que nunca hubo armas de destrucción masiva. El intento de manipulación por parte del gobierno español liderado por Aznar fue sólo el preludio de lo que un año más tarde se produjo con motivo de los atentados en Atocha, que finalmente le costarían el gobierno al Partido Popular castigado en las urnas por los votantes en contra de los pronósticos.
2. Venimos de asistir al poco edificante espectáculo que los diputados de Vox nos han proporcionado con motivo de la utilización del recurso constitucional de la moción de censura. La primera se produjo en 1980 contra Suarez y tuvo un impacto rotundo. Veremos qué recorrido tiene esta maniobra en la ya larga campaña electoral en la que estamos embarcados, pero no puedo dejar de manifestar mi pesar por una generación de españoles, tal vez representada en Tamames, que mira al pasado con nostalgia. Algunos de ellos ya firmaron un manifiesto difundido el 18 de enero que dirigían al PSOE para que “recupere su proyecto histórico” que, a su juicio, “ha quebrado” el actual Gobierno de coalición y llamaban a que “alcen la voz los muchos socialistas” que asistirían alarmados a ese hecho. No siempre la experiencia y el protagonismo están en posesión de la razón.
3. El mes de marzo tiene un día ya destacado en la agenda política y social desde hace unos años, el 8M, día internacional de la mujer. Esta vez las movilizaciones han reafirmado su ritmo ascendente y la confirmación de que una sociedad con valores feministas nos mejora. Mucho se ha escrito y debatido sobre las diferencias entre el feminismo y los supuestos errores de la ley del “solo sí es sí”. Yo me quedo con la intervención de una mujer, Yolanda Díaz, que ayer, en el Congreso confirmó un liderazgo que buena falta hace en este país.
4. En un contexto muy adverso marcado por la guerra en Ucrania y las turbulencias económicas del capitalismo se abren paso los agoreros y detractores del estado del bienestar. Fue en la Transición cuando se sentaron sus bases y empezamos a disfrutar de unas pensiones universales. Aunque nunca llegaron a estar al nivel de otros países europeos, hoy nos acercamos mucho a los vecinos franceses que están movilizados contra su gobierno por una reforma que recorta sus prestaciones. Estos días en Francia he podido comprobar el músculo de una sociedad que se moviliza y se manifiesta contra las formas autoritarias de Macron.
5. Una de las principales promesas del gobierno de coalición fue la derogación de la llamada “ley mordaza”. Todo parece indicar que no se hará por desavenencias entre los socios. Todavía en los años ochenta del pasado siglo el comportamiento de la policía infundía miedo. Sus acciones estaban focalizadas en especial contra los grupos de izquierda, los continuadores de la lucha contra el franquismo, mientras se “dejaba hacer” o se actuaba con mucha pusilanimidad contra las conexiones de la extrema derecha española. Se pretendía mantener el control de las condiciones políticas del país que en ese momento estaba intentando sacar adelante el triunfo de la derecha reformista en su proceso particular de Transición. Sería muy positivo que dejáramos de tener miedo a la policía y que su función, ya democrática, estuviera por encima de la ideología.