Donar vs. esquilmar

Toledo

Hoy es un día para hablar de solidaridad, de empatía y de generosidad, porque donar sangre es un acto desinteresado de ayuda cuya gran recompensa es saber que tu sangre sirve para salvar vidas, eso es incuestionable. Y este artículo debería ir hoy exclusivamente de eso: de la gran importancia que tiene un acto tan sencillo como tumbarte en una camilla y dejar que unos 400 mililitros, más o menos, que me corrijan los que saben, salgan de tu cuerpo y puedan ser la tabla de salvación, en un momento determinado, de cualquier otra persona.

Esa persona mañana también puedes ser tú. Hoy solo debería hablar de esto, lo sé. Pero si me escuchan habitualmente ya saben, ya sabrán, que yo siempre hablo con el corazón. Bueno, con el corazón y con la tripa a veces. Y hoy tengo un pellizco muy grande en la tripa y necesito sacar lo que siento. Si son donantes de sangre ya sabrán que hay determinadas circunstancias en las que no está recomendado donar, porque esa donación puede no servir para nada y además puede ponernos a nosotros en peligro. Esas circunstancias hay que tenerlas siempre en cuenta y así se hace porque la donación siempre, siempre tiene que ser un acto de responsabilidad.

Me pregunto por qué no se aplica esa responsabilidad a algo tan importante como el agua. El agua también es vida y en determinadas circunstancias dar, donar agua, no sirve para nada y pone en peligro al donante.

Ya se imaginarán que el donante del que hablo es el río Tajo y la donación, las donaciones, que no sirven para nada, son varias. La primera la conocen de sobra el trasvase Tajo-Segura que no solo nos desangra a nosotros sino que mantiene en Murcia y parte de la comunidad valenciana un sistema de regadíos absolutamente insostenible y que está acabando no solo con nuestro río sino con sus propios recursos naturales, con que les hable del mar Menor es más que suficiente. Ese es uno de los destinatarios, el otro tiene ya abierta, desde hoy, su propia tubería. Es el Guadiana. La llamada tubería manchega ya está en marcha. Tubería que también se abastecerá de este Tajo agónico nuestro, de un Tajo que no está para dar de beber a nadie. Tubería desde la que saldrá agua no solo para consumo humano, sino para desarrollo industrial y eventualmente para encharcar parques nacionales como las Tablas de Daimiel.

Es un sin sentido. En 30, 40 años o más, todo el mundo ha mirado a otro lado mientras se esquilmaban, por un exceso de pozos legales o ilegales, me da igual, los acuíferos 23 y 24 , que son los que tienen que dar agua y vida a esta zona. La cuenca del Guadiana tiene que vivir de sus recursos, recursos sobreexplotados durante décadas porque muchos de los usos de la zona son insostenibles. Llevarse agua del Tajo no soluciona nada, solo agravará los problemas de todos: los del Tajo, los del Segura y los del Guadiana. Nadie le ha puesto el cascabel al gato porque nadie piensa primero en el río, que es en lo que hay que pensar. Hoy es un día triste para el Tajo, uno mas, un día triste para Toledo y un día triste, aunque muchos no quieran verlo, para Castilla-La Mancha. Es una opinión de una Toledana de Toda la Vida.